Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Cierra festejo de aniversario

Enrique Guzmán alimenta su propio mito

Tras medio siglo de darle sentido a su vida con música, el artista concluye su gira de festejos en el Teatro Diana

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Si hay algo de lo que se siente orgulloso Enrique Guzmán, es de su “colmillo”. Sí, del “colmillo”, como llama coloquialmente a toda la experiencia acumulada en los últimos años. Su cabello cano no combina del todo con su jovialidad y desparpajo al hablar. Parece tener la respuesta ante cada pregunta, a veces jocosa y con un humor colorado, a veces muy directa y llega a herir sin intención.

Es parte del génesis del rock mexicano, y también estrella de cine, comediante y empresario. Los adjetivos le sobran a Guzmán, aunque parece que hay uno que le divierte en particular: Polémico.

Su actual rutina incluye apariciones en televisión como juez en diversos programas de corte reality show para TV Azteca, así como el comandar lo que parece ser una interminable gira musical por diversas plazas del país. De lo que sí lleva una cuenta bien clara es de sus años de carrera: 50, mismos que viene a celebrar al Teatro Diana este fin de semana.

Entrevistado por EL INFORMADOR, Enrique reflexiona sobre el inicio de su carrera, el significado de la música y detalla la relación tirante que ha tenido con la prensa mexicana en los últimos años.

Prisionero del ritmo


“Me siento muy bien, muy contento celebrando mi trabajo”. Ésa es la primera frase que suelta un Enrique Guzmán encendido por los festejos sobre el escenario que ha protagonizado. Se escucha radiante y su vibra llega lejos. “Soy un hombre feliz y satisfecho, ¿y saben por qué? porque mucha gente no se entera mientras está viva cuál es su propósito en este mundo. Yo tuve la fortuna de descubrir mi vocación pronto”.

Y no miente. Guzmán comenzó su carrera en la adolescencia en los míticos Teen Tops, banda de rock mexicana de la vieja guardia, de esas que tomaba éxitos en inglés para transformarlos al español, tal como sucedió con La plaga y El rock de la cárcel.

Cuando se le cuestiona al cantante si se imaginaba haciendo otra cosa con su vida, dice que no, porque “fui muy mal estudiante. Hasta en recreo me reprobaban, así que tenía que buscarle por dónde sobresalir”.

Lo de sobresalir no le costó. Aunque llegó a estudiar en la facultad de medicina, la vocación por sanar con instrumentos quirúrgicos o expedir recetas no era lo suyo. Él quería curar el alma y levantar el cuerpo con música. “Aprendí a tocar la guitarra cuando tenía seis o siete años. Eso me gustaba más que el estudio. Me puse a buscar gente que sintiera lo mismo y entonces formé los Teen Tops. Fue en ese momento cuando me dije ‘ésta es la fiesta que quiero hacer de mi vida’”. Y la hizo.

Una plaga sonora

Enrique Guzmán suena como Enrique Guzmán. No hay duda de que el músico buscó crearse un estilo propio en cuanto pudo y, a base de prueba-error, terminó por gestar un sonido característico.
Sin embargo, y en un ejercicio que no suele hacer, el artista recuerda sus propias raíces sonoras: “Al comenzar tenía influencias muy variadas. Me gustaba Richie López, gente con ese tipo de sonido guapachoso. Luego al encontrar canciones más románticas comencé a irme a por lado sentimental, como lo que hacía (Frank) Sinatra y Sammy Davis”.

Primero aprendiz y luego maestro, Enrique Guzmán revela que luego de recoger sus influencias comenzó a marcar el paso a las nuevas generaciones, incluso tuvo un alumno muy aventajado en el mundo del rock: Miguel Ríos.

“A Miguel Ríos lo conozco durante un viaje que hago a Madrid. Llego y se me acerca un muchacho que venía de su pueblo, Granada, España. Era Miguel y me dice ‘oye, quiero grabar Popotitos contigo’, y le contesté ‘ah, ¿eso quieres? pues, órale’”. La relación entre ambos trascendió a la música, y ambos protagonizarían sonados duetos a lo largo de las siguientes décadas. Además, al hablar de alumnos de Enrique implica referirse a la mejor de todas: Su hija Alejandra Guzmán.

Sin miramientos

No le molesta, pero tampoco deja pasar las notas amarillistas. Y es que Enrique Guzmán tiene entre ceja y oreja a los periodistas que han construido una carrera en base a crear escándalos sobre los famosos.

Es cierto que el roquero no es discreto, pero también le han creado una fama de parrandero y problemático que no le corresponde. "El medio está lleno de chavitos a los que le toca sacar la nota como sea. Los directores de secciones han dejado el trabajo de profesionales en manos de personas improvisadas, por eso cuando me quieren sacar una declaración escandalosa los interrumpo, yo ya vengo cuando ellos apenas van, hay que sacar el colmillo a veces”.

• Enrique Guzmán  cierra en Guadalajara la gira por sus 50 años de carrera. "Prometo que no los celebraré otra vez", y dice que pronto arrancará la celebración por sus 51 años.

Enrique Guzmán / Teatro Diana / 30 de agosto, 18:00 y 20:30 / Boletos de 150 a 700 pesos.

EL INFORMADOR/Francisco González

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