Viernes, 27 de Diciembre 2024
Entretenimiento | Texturas y colores en la pantalla

Encuentro con la belleza desde el caos

Rafael y Raúl Cárdenas apuestan por el formato 3D con Luna, una producción que compite por el premio Rigo Mora

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- En medio del caos siempre hay una luz, o al menos eso es lo que esperan transmitir los hermanos Rafael y Raúl Cárdenas a través del cortometraje Luna, que se estrenó el fin de semana pasado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

En poco más de siete minutos, los realizadores presentan el mágico encuentro de una pequeña niña con la Luna, astro de luz que se planta con firmeza por encima de la oscuridad en un mundo donde los seres humanos se han transformado en personajes motorizados regidos por el tiempo -más o menos como ocurre así en la actualidad-, que van de un lado a otro sin detenerse a pensar en la belleza que hay más allá del caos.

“Tuvimos un viaje a la ciudad de Vancouver y después de ver el paisaje urbano que tenemos en México, lleno de fábricas, con smog, y de repente llegamos a Vancouver y nos dimos cuenta de que existe otra realidad en la que se cuida un poco más la naturaleza”, explica Rafael Cárdenas.

Tras esa observación, surgió en los hermanos la necesidad de realizar un trabajo que permitiese detener el tiempo un momento para reflexionar en torno a la belleza perdida, a partir de imágenes poéticas.

Luna es el resultado de 14 meses de trabajo, quizá demasiado tiempo para ajustar siete minutos y medio, pero el necesario para perfeccionar la técnica de animación (3D) y lograr las texturas que se perciben en la obra.

“Lo que quisimos hacer fue utilizar muchas texturas, porque parte de la historia es el descubrimiento, así que quisimos darle una belleza en texturas y colores. Creemos que está bien lograda, pero quizá con más tiempo hubiéramos podido ajustar unos detalles”, advierte Rafael. “Yo creo que nunca se termina totalmente una obra, siempre habrá detalles que se pueden mejorar, pero no se trata de hacer trabajos inacabables, hay que presentarlos”, añade Raúl.

Con Luna, los hermanos Cárdenas obtuvieron un apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), lo que les dará la posibilidad de acceder a mejores canales de distribución, y al mismo tiempo en el FICG, aspiran a convertirse en los ganadores del Premio Rigo Mora, en la categoría de cortometraje de animación.

- ¿Cuál es el ciclo de vida que tiene un cortometraje una vez que ya está concluido, a dónde va?

- Raúl: A nivel nacional hubo un concurso de cortometrajes apoyado por el Imcine y en el caso de animación se dan tres apoyos nada más; mi hermano y yo concursamos y lo obtuvimos. Entonces, una vez que concluyes tu corto, Imcine lo cobija y lo distribuye en todos los festivales de cine que hay en el país.

- ¿Entonces se limita sólo a un público más especializado, con poco alcance para el público en general?

- Raúl: Podría ser que sí; afortunadamente hay lugares como Cinépolis que en los festivales abren funciones exclusivas para cortometrajes, lo cual posibilita que estos puedan ser vistos. Desafortunadamente, no todos los estados del país tienen eventos de esta índole, de tal forma que efectivamente se trata de trabajos que no llegan a todos. Lo ideal sería que se abrieran espacios para los cortometrajes.

- ¿Si es tan difícil llegar al público a través del cortometraje, por qué deciden continuar con este formato?

- Rafael: Yo creo que es le medio natural para muchos cineastas para comenzar a foguearse, a descubrir sus alcances, es como un ejercicio, te vas dando cuenta de qué tan lejos puedes llegar, como narrador de historias, como realizador, para pensar después en hacer algo más ambicioso.

EL INFORMADOR/ Aimeé Muñiz

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