El reto de cantar ¡Eureka!

GUADALAJARA, JALISCO (17/NOV/2015).- No es egoísmo ni soberbia. Se trata de crecimiento, de seguir poniendo a prueba la creatividad y la pasión por la música. Ese es el argumento que Clemente Castillo da sobre “Eureka”, producción con la que debuta como solista para demostrar lo que hay más allá de la voz que ha arropado a Jumbo.

Clemente asegura que su camino con la agrupación regiomontana seguirá en paralelo a este proyecto que lo encamina a exhibir una faceta más diversa y libre en la que los géneros musicales no son un limitante para apostar desde un trío, reggae, jazz, folk y funk.

El músico, quien se presentó el pasado fin de semana como parte del concierto 212 en Avenida Chapultepec no es un novato sobre los escenarios y 18 años lo respaldan.Sin embargo asegura que la adrenalina de pararse frente al micrófono con material inédito y de su autoría rompe por completo con la dinámica a la que acostumbró al público de la mano de Jumbo.

“En Eureka también participan Chetes, Meme del Real de Café Tacvba, Pato Machete, Celso y Daniela Spalla. Es un álbum bastante ecléctico que se sale completamente de mi universo de rock&roll. Sentía que era importante que esto fuera muy diferente a lo que hago, quería explorar un lado más íntimo con canciones que no entraban en Jumbo”.

Camino libre

Aunque la inquietud de indagar sonidos diferentes siempre ha sido una constante en Clemente, el cantautor que se declara melómano, destaca que aventurarse en solitario surgió de la nada, pese que el resto de los integrantes de Jumbo ya habían avanzado en proyectos independientes.

“Quizá me tardé porque no lo tenía conceptualizado, nunca había pensado en hacerlo solista. Jumbo ya está consolidado como grupo y en sonido, lo que busco es salirme de la tangente y apostar por otros estilos, como el trío, meter trompetas, banjos, ukuleles, hasta reggae como lo hice con Pato Machete y él incluye un poco de rap. Todo esto lo puedo explorar de manera individual”.

Acompañado por el productor peruano —Iñigo Rizo-Patrón—, y un sexteto de músicos es como Clemente comienza a protagonizar los escenarios prometiendo un vaivén de sonidos: “la banda suena muy bien en vivo, hay frescura. Quiero que la gente sepa que esto es otro concepto, quizá sobre mí hay más presión porque soy la voz de Jumbo, pensarán que lo natural es que cante algo de Jumbo, quiero diferenciarme”.

La libertad de producción es otro aspecto que Clemente disfrutó desde la idealización de las maquetas, hasta pasar por el demo, musicalización y arreglos de cada canción: “siempre encontré el punto mágico de decir que las canciones ya estaban listas, no necesitan más ni menos. Hicimos mucha producción a Eureka para después depurar un poco”.