El poeta del pueblo reaviva recuerdos

ZAPOPAN (23/OCT/2011).-  La camioneta que traía a Joan Sebastian del aeropuerto entró al estacionamiento del Palenque a las 00:15 horas, cuando en las gradas y la zona preferencial de éste aún se apreciaban huecos que nunca se llenaron: eran cuatro mil personas quienes ya lo esperaban.

Sólo 15 minutos más tarde el “poeta del pueblo” hizo sonar su banda para entrar al ruedo y comenzar a escribir la historia de esa noche, una historia de dos horas que trajo a la memoria una cantidad de momentos que se han impregnado en temas escritos para la posteridad.

De negro, con un saco color arena con detalles brillantes en la espalda, sombrero marrón y una gran cruz dorada recargada en su pecho, el cantante y compositor, luego de un par de piezas con banda, dio lugar a algunas de sus baladas: Tatuajes fue la primera, que no necesitó ni de esforzarse en dar voz, pues tenía un firme coro.

Tomó la guitarra y se ubicó al centro del ruedo alfombrado, tras un imperfecto silencio marcó los acordes de Me gustas y en seguida los de Celos, una canción ranchera que compuso para su colega Vicente Fernández, con quien últimamente ha trabajado codo a codo en una nueva producción: Otra vez.

“Estará a la venta el próximo 2 de noviembre, ojalá les guste, lo hicimos con todo el corazón”, dijo sobre el disco antes de estrenar uno de sus temas y continuar con La Derrota, y poco a poco fue desgranando un repertorio de éxitos que entregó a la voz de otros artistas, y antes de interpretarlos dio una breve introducción sobre cada uno.

Recuerda a sus intérpretes

“Quiero pedirles, como siempre antes de cantar las canciones de Alejandro (Fernández), que no hagan comparaciones porque son odiosas, por favor, obviamente yo soy más joven y guapo”, bromeó como preludio a No estuve.

Tampoco perdió oportunidad para recordar su niñez y sus inicios como cantautor: “quiero celebrar y agradecer el amor de mis padres, tuve la fortuna de crecer como cualquier niño campesino, disfruté del río, mi primer deporte fue jinetear becerros y ya a los 17 (años) comencé mi carrera, de ahí quiero esta noche recordar a un amigo intérprete: Los Fredys, que hicieron famoso mi primer tema como compositor”, e hizo sonar El primer tonto que te amó.

Luego, recordó a su siguiente intérprete que conoció “cuando tenía (ella) como 11 años, de ahí cantó muchas de mis canciones… y nos la robó Mijares: Lucero”, contó e inmediatamente después siguió con Llorar, popularizada por “La novia de América”.

Dejó las baladas para “hacer mención honorífica a Don Antonio Aguilar” a quien le compuso Bandido de amores, que cantó con banda.

Salió dos veces del ruedo para regresar con diferentes sacos que iban acorde a los géneros que tocaría: banda y norteñas, pero eso no le impidió dejar las baladas como Y las mariposas, Lobo domesticado, y la clásica Maracas.

Tampoco faltó Te irá mejor sin mí, tema que calificó como el que más rápido que ha compuesto, pues sólo le llevó cinco minutos crearla, y mientras le daba voz se acercó al público a recibir besos de varias mujeres, y algunas otras lograron llegar hasta el ruedo para bailar con él.

El recital estaba en pleno auge cuando se despidió con Secreto de amor, Recuérdame bonito, Más allá del Sol y Para siempre, tras dos horas de recuerdos con sus más grandes éxitos “el cantautor del pueblo” se retiró agradeciendo a su “público conocedor”, al que dejó con ganas de más.


''Quiero agradecer el amor de mis padres, tuve la fortuna de crecer como cualquier niño campesino y ya a los 17 (años) comencé mi carrera.''
Joan Sebastian, cantautor.