Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | El rey del dubstep

El misterioso encanto de Skrillex

El artista californiano encanta con su propuesta a los más de siete mil 500 fanáticos reunidos en el Foro Alterno la noche del sábado

Por: EL INFORMADOR

Velada electrónica con Skrillex.  /

Velada electrónica con Skrillex. /

GUADALAJARA, JALISCO (23/DIC/2012).- Minutos antes de las 19:00 horas. La fila para entrar al Foro Alterno es larga. Con el frío se siente que es eterna. Pero la temperatura de refrigerador que azota a la Zona de Periférico Norte y Parres Arias no hace mella en el entusiasmo de los asistentes. Los melómanos formados sonríen. Se dan ánimo para hacer la espera más corta. Son fanáticos de Skrillex, artista sensación de la electrónica, una carta nueva en la baraja del género. Una carta muy distinta a las demás.

En la fila hay jóvenes de "veintitantos". Son el grueso del público. Les gusta la electrónica, sí, pero están cansados de la fórmula de siempre. Entre ellos hay fanáticos de Paul Van Dyk y Tiësto, considerados clásicos del género. Pero clásico es una palabra que choca de frente con "nuevo". Y ellos están buscando algo que los sorprenda.

Skrillex es un artista cuyo sonido es imposible de definir para quienes no están familiarizados con la electrónica. Y aun los que están sumergidos en el ambiente no se animan a ponerle una etiqueta.

Considerado por la crítica como uno de los abanderados del dubstep, Skrillex experimenta también con reggae, house, rock, trance, industrial, progresivo y lo que se vaya encontrando con el camino. Este amasijo de sonidos es su sello, y  a la vez, un magneto irresistible para las siete mil 500 personas que se dieron cita en el Foro Alterno el sábado por la noche.

Pasiones desatadas
El reloj marca el filo de las 22:00 horas y la música electrónica ya suena en el Foro Alterno. Skrillex no llegó solo a Guadalajara. El espectáculo presenta de forma previa a Zedd, 12th Planet, Nadastrom. El público los escucha, aunque reserva su energía para la media noche, cuando en nacido en Los Ángeles tome el escenario.

Entre el público abundan las "orejitas de colores", los peinados estrafalarios, las camisas en color negra y ceñidas, además de un profundo olor a cigarro. Muchos son jóvenes de más de 20, pero también asisten menores de 15 años, quienes brincotean para combatir el frío. Para muchos de ellos, será su primer concierto. También por allí andan algunos papás que llevaron a sus hijos al espectáculo. Observan y escuchan a lo lejos. Se toman la barbilla, tratando de descifrar los sonidos que brotan del escenario. Para ellos va a ser una noche muy larga.

Si bien con un ambiente familiar, el concierto no fue barato de disfrutar. En el circuito de música electrónica, "económico" es un término poco usual. El rango de precios convierte a las monedas de menos 10 pesos en inútiles. Desde cervezas de 70 pesos, papitas de 25, camisas "oficiales" por 300 pesos, hasta comprar un lugar en el área VIP, con mesa, por 10 mil pesos.

A las 00:17 horas ya del domingo, aparece Skrillex en el escenario. A él le importa poco si sus fanáticos compraron las papas de 25 pesos o la mesa de 10 mil. Se entrega igual para todos.

En el escenario, se monta una estructura especial para su show. Similar a una nave espacial, más cercana a las imaginadas en los videojuegos que a lo que propone la NASA, con alerones enormes y luces fosforescentes, humo y fuego saliendo de sus extremos. Sonny John Monroe (nombre verdadero del artista) sonríe antes de comenzar su espectáculo.

El griterío se desata. Skrillex está en su elemento.

Estilo personalizado
Pocos dominan el dubstep como Monroe. Esa sucesión de sonidos sin parar, loops infinitos y apuesta gráfica son difíciles de emular. Peroa Skrillex no lo distingue únicamente su sonido. Lo que hace sobre el escenario también es un espectáculo. Otros astros de la electrónica se conforman con un saludo tímido, además de tener una nula interacción con el público. Skrillex en cambio parece una estrella de rock, que se deja querer, pide porras, grita y baila.

"¡Hola Guadalajara!", saluda nada más al comenzar su espectáculo, con un español champurrado de acento inglés. "Levanten las manos las chicas, quiero escuchar sus gritos", agrega. Y claro, obtuvo los gritos y las manos levantadas.

Los fieles seguidores del artista de 24 años disfrutan el recorrido musical con el que construye Skrillex su itinerario sonoro. Temas que se desprenden de My name is Skrillex, pasando por el laureado Scary monsters and nice sprites,  hasta llegar con Bangarang, placa que le abrió las puertas de la internacionalización. Para cuando termina el espectáculo, ya en la madrugada del domingo, el frío se vuelve a sentir, pero la adrenalina ha sido liberada. La sonrisa en el rostro de los melómanos durará todavía horas.

Navega: www.twitter.com/Skrillex

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ

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