El melodrama de la moda: Cuna de Lobos

GUADALAJARA, JALISCO (8/OCT/2013).- Imaginar a las villanas de las telenovelas mexicanas sin la figura del entrañable personaje de "Catalina Creel" es imposible. Más allá del legado escénico que la actriz María Rubio impregnó en el melodrama "Cuna de Lobos", la producción creada por Carlos Olmos en la década de los ochenta significó un parteaguas en lo que respecta a la dirección de vestuario y la forma de adaptar las personalidades de los protagonistas a situaciones sociales y emocionales.

El talento de la ahora consagrada actriz, Diana Bracho (1944) -que personificó a la ingenua "Leonora Navarro" en la mencionada producción- también sobre pasó los límites de la actuación, al confesar que ella participó activamente en la selección del vestuario de la telenovela, hecho que hasta la fecha se mantiene vigente en cada producción que llega a las manos de la también intérprete de "Silvia Allende" en "Y tu mamá también".

Diana Bracho llegó a Guadalajara tras la alianza que el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) entabló con Minerva Fashion, con el fin de participar en la ponencia encabezada por Tanya Mélendez, vestuarista y curadora del Museo de la Moda de Nueva York, quien presentó una investigación sobre el impacto y los fondos que la moda representó en Cuna de Lobos, y cómo es que las tendencias mostradas en la pantalla chica lograron trasmitirse al público marcando estilos que serían inspiración para posteriores melodramas.

Diana Bracho destacó que la producción y selección de vestuarios para las telenovelas -en México- ha sufrido una evolución y aunque ha sido lenta progresivamente logra definir mensajes y estilos icónicos a través de personajes bien estructurados y presentados bajo guiones inteligentes que dejan de lado el cliché de los protagonistas, en donde destacan figuras clásicas como el villano, la servidumbre, la clase alta, el galán y la eterna muchacha pobre que es rescatada por un príncipe azul.

Aunque no se descartó la aplicación de fuerte influencias de iconos de la moda internacional para la cristalización de los vestuarios de los protagonistas de Cuna de Lobos, tanto Bracho como Tanya Mélendez argumentaron el ingenio que Carlos Brown logró personalizar al dotar de una esencia particular a cada uno de los personajes creados por Olmos. Por ejemplo, el parche y los sombríos vestidos que "Catalina Creel" portaba surgen de la silueta marcada por Bette Davis en el filme norteamericano "The Aniversaty", en el que prácticamente los elementos en el ojo y los imponentes vestidos, son parte del atractivo visual más importante.

Diana Bracho destacó el uso de siluetas mixtas para reforzar las personalidades de los personajes marcadas en el guión, donde el uso de hombreras ocultas, largas faldas y elementos de inspiración masculina fueron indispensables para lograr que los protagonistas exhibieran las transiciones emocionales que enfrentaban y los espectadores digirieran mejor el contexto social en el que se desarrolló el melodrama que estuvo bajo la producción de Carlos Téllez y Lucero Suárez.

Bracho externó su gusto de ser ella misma quien seleccione su vestir diario y frente a los reflectores del cine y la televisión, al asegurar que "es como una especie de intuición. Desde que era niña fui fan de la ropa, siempre me ha gustado mucho la moda", comentó la actriz al recordar que parte de sus conocimientos frente a la máquina de coser y la habilidad para realizar ojales artesanales surgen gracias a la que la esposa de su padre fue diseñadora de ropa para ópera en la década de los cincuenta.

Bracho expresó que es de importancia el evitar caer en los clichés de los personajes a través del uso excesivo de elementos en el vestuario, pues "No corresponde la moda que vemos en las telenovelas, con la que vemos en la realidad, las clases sociales no se diferencian así".

"Yo no le voy al cliché ni a los estereotipos. Televisa tiene muy claro su público y siempre habla de que son aspiracionales (los personajes) donde la gente se quiere identificar con los que son más ricos, simpáticos, mejores, por eso acentúan mucho esas diferencias y se han quedado muy marcadas. Se ha roto eso, pero no lo suficiente. Ahora sales a la calle y no puedes distinguir qué mujer es rica y cuál es pobre".

Una de las técnicas que mejor le ha funcionado a Diana Bracho para determinar que estilo y tendencia mostrará en las producciones -ya se de teatro, cine o televisión- es el realizar toda una guía de estilo y siluetas en un cuadernillo especial en el que a través de recortes logra expresar sus deseos por emplear a su muy particular gusto ciertos colores, formas y texturas, como aconteció en "Cadenas de amargura", melodrama en el que el uso del encaje fue suficiente para marcar una forma de vestir en la mujer mexicana.

"Sí es muy importante la liga de la acción dramática de los personajes y de lo que traen puesto (...) me choca caer en los estereotipos. Cada personaje que hago está en un cuaderno donde diseño al personaje, cómo lo veo. Esto lo trabajo con las diseñadoras, es una aportación que hago a mi trabajo", externó al actriz al mostrar parte de la guía de estilo que elabora para su próxima aparición en la telenovela "Quiero amarte" en la producción de Carlos Moreno, que se estrena a finales de octubre del presente año.

Aunque la visita de Bracho fue breve, la actriz no olvidó destacar el trabajo de diseñadores mexicanos como las hermanas tapatías Julia&Renata, y los capitalinos José Alfredo Silva y Giovanni Estrada de Trista, de quienes se confesó ser seguidora y consumidora de sus colecciones.


EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ