El hombre que amaba los crímenes

GUADALAJARA, JALISCO (13/AGO/2014).- Era más que un maestro del suspenso. Alfred Hitchcock conocía bien al ser humano y sus debilidades. Era un hombre que identificaba las máscaras y la doble moral, y de ello se burlaba. El inglés sabía que la culpa y la redención eran requisitos de cualquier héroe, pero prefería a los villanos. Alfred fue un cineasta enamorado de los crímenes... Que recreaba a la perfección.

Alfred Joseph Hitchcock nació un día como hoy pero de hace 115 años, en el lado Este de Londres. Quizá fue el colegio jesuita al que asistió en sus primeros años donde al mirar el castigo severo que le daban a algún compañero formó su juicio sobre la culpabilidad. Tal vez fue cuando (a los cinco años) su padre lo envió a la comisaría por ‘’haberse portado mal’’ que decidió convertirse en un anarquista de lo moralmente correcto. O crecer como un chico solitario que tuvo que trabajar desde los 15 años para ganarse la vida lo hizo aprender lo suficiente de la sociedad para conocer sus motivaciones, sobresalir en ella... Y después exhibirla en la mayoría de sus filmes.

Desde la perspectiva de Guillermo del Toro

En 1925 Hitchcock rodó en Inglaterra “The Pleasure Garden”, su primera película. Desde ahí mostró algunas características de su obra: narrativa precisa y ágil, enredosos melodramas, crueldad, sexualidad subterránea y sobre todo el asesinato. Durante 15 años el cineasta trabajó en su país natal y para 1939 se mudó a Estados Unidos. Los filmes de su periodo inglés como “El hombre que sabía demasiado” son los más interesantes de su carrera, según la opinión del director de cine mexicano, Guillermo del Toro.

‘’Trata las ideas o las situaciones con una intensidad infinitamente superiores a las obras que le sucedieron. Por ejemplo, la misoginia de la que se le acusa a Hitchcock quizá no haya encontrado mejor vehículo que ´Blackmail´”, escribió el director en su libro “Alfred Hitchcock”.

Desde la perspectiva de Del Toro, Hitchcock logró mancillar la moral de millones, envenenar las ‘’buenas conciencias’’ y crear un villano confiable e infalible.

Lo oscuro de sus métodos

Desde Inglaterra, el cineasta tenía fama de utilizar métodos excesivos con sus actores, a quienes llamaba ‘’ganado’’. Desde bromas pesadas, hasta supuestos acosos a las actrices femeninas.

El director inglés decía que la intención era provocarles inseguridad para que -al sentirse torpes y humildes- pudieran sensibilizarse y de esta forma interpretar sus papeles con la propia crisis interna.

Una de las anécdotas más famosas fue la vez que esposó a las estrellas de cine Robert Donat y Madeleine Carroll en un set de rodaje de 39 escalones; luego, simuló haber perdido las llaves, dejándolos encadenados por un buen tiempo.

Años después, en Estados Unidos, le jugó una broma a Kim Novak durante el rodaje de “Vértigo” al poner un pollo muerto en el camerino de la actriz.

Pero sin duda el episodio más mediático fue el que le hizo pasar a Tippi Hedren, protagonista de “Los Pájaros”, a quien se dice que puso en riesgo al hacerla rodar con aves vivas.

FILMOGRAFÍA
La oportunidad de adentrarse

Los 39 Escalones

Rebeca

Sabotaje

Cuéntame tu vida

Tuyo es mi corazón

Extraños en el tren

Para atrapar al ladrón

Vértigo

Psicosis

Los Pájaros

La ventana indiscreta

LA ENTREVISTA
Los prefiere asesinos

Carmen Elisa Gómez, Investigadora de la UdeG

El cineasta inglés revolucionó el cine no sólo en la temática, sino también en el lenguaje visual a través de encuadres que causaban claustrofobia

Lo usual para el cine de los años cuarenta eran los finales felices, en los que los protagonistas resultaban ser héroes de buenos sentimientos e intachables en su moralidad. Alfred Hitchcock revolucionó los estándares.

‘’Él rompió lo convencional al incluir el punto de vista subjetivo del asesino. Además de su sentido del humor, destreza técnica y ambientación’’, señala Carmen Elisa Gómez, profesora investigadora del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

En películas como “Cuéntame tu vida” muestra un despliegue técnico impresionante, con un zoom de un objeto pequeño que desde muy lejos se va acercando la cámara, algo inédito para aquella época, rememora la especialista. ‘’Fue una de las más llamativas, con la que logra asentarse en el cine de Hollywood. Antes había hecho ´La sombra de una duda´, pero no cautivó tanto’’.

La maestra, quien tiene una maestría en historia y teoría del cine por la Ohio University, dice que el cineasta lograba obtener el interés del público por su habilidad de mezclar el humor negro con el suspenso, ‘’aparte de la elección de la música en los momentos claves (como en ´Psicosis´) y sus montajes’’, señala.

Uno de los puntos más importantes a destacar, según la investigadora es que el director logró romper lo convencional “al incluir el punto de vista subjetivo del asesino. Además de su sentido del humor, destreza técnica y ambientación’’.

El eterno candidato

Alfred Hitchcock estuvo cinco veces nominado al Oscar como Mejor Director, pero nunca ganó. ¿Por qué? Carmen Elisa Gómez asegura que tenía la técnica y calidad necesaria para ser merecedor de la estatuilla, sin embargo posiblemente la distinción no se le dio por dos razones. ‘’Tal vez por el orgullo estadounidense, porque Hitchcock era inglés y tenía ciertas ganas de burla. O porque no les acababan de gustar las películas por los valores morales que tenían los académicos de Hollywood en esos momentos’’.

Según la especialista en cine, el legado del británico se puede percibir incluso en la actualidad. ‘’El suspenso lo trasladan a distintos géneros, como la ciencia ficción o lo policíaco. Programas como ´Dexter´, le deben muchísimo a Hitchcock, o igual muchas series europeas como ´Wallander´”’.