El espíritu viajero de Johnny Depp

MADRID, ESPAÑA (20/DIC/2010).- Se abre el ascensor en el cuarto piso de un hotel en Madrid y de repente allí está Depp. El actor quiere entrar pero dos guardaespaldas enormes lo detienen con una señal, no quieren exponerlo a un grupo de periodistas sedientos de escuchar de viva voz todo lo que esta figura del cine tiene que decir sobre El turista, la película que actualmente promueve.

En este filme interpreta a un profesor estadounidense que de pronto se ve envuelto en una trama en la que mafiosos y la Interpol se disputan su cabeza. “¡Y todo por enamorarme de Angelina Jolie!.. bueno, de su personaje”, aclara entre sonrisas.

Al entrar por la puerta del recinto en el que los periodistas le esperan, Johnny saluda y se las arregla para derrochar sencillez. Lleva uno de sus típicos sombreros de aire bohemio, una bufanda de algodón y pantalón de mezclilla.

La historia de El turista, que se estrena el 14 de enero en México, tiene lugar en París y Venecia. Pero para él todavía existe mucho trabajo por delante antes de que concluya el año.

El arte de aprender rápido

De mirada sagaz, Depp es uno de esos raros casos en el cine mundial que privilegia el conocimiento sobre la fama. Prefiere aprender que ser fotografiado. Eso explica el hecho de que existan pocas fotografías del actor posando y también que sea un amante empedernido de la lectura y las conversaciones culturales, una de las cuales, por ejemplo, le permitió aprender un poco de español: “Siempre aprendo palabras de la gente con la que trabajo y Penélope Cruz sin duda me enseñó algunas, pero lo que hizo fue decirme palabras para que las repitiera con el equipo sin que yo supiera qué significaban y ver qué reacciones tenían. Así es como me daba cuenta de que acababa de decir algo horrible (risas). Por eso mi español es muy limitado y sólo sé preguntar: ‘¿Dónde está la casa de Pepe?’ y ‘¿Dónde está el baño?’ (risas).”

Johnny también tocó el tema de su posible interpretación de Pancho Villa en la película que tiene entre manos el serbio Emir Kusturica. “No lo sé exactamente. No he hablado con Emir en un tiempo. Es algo que parece que está en marcha pero al mismo tiempo ambos hemos hablado acerca de la idea de que no solamente yo, sino cualquier americano que quiera interpretar a uno de los grandes héroes de México puede sentirse un poco irresponsable como actor, pues nunca podrá ser tan fiel a la figura de Villa. Mi opinión es que este personaje tiene que ser interpretado por un actor mexicano”, remata el histrión, quien de todas formas no cierra la puerta a la posibilidad.

Metas futuras

Parecería que sólo basta pedir un papel para que se lo den, sin embargo Johnny Depp conoce bien la frustración de desear un personaje y no poder obtenerlo: “Hamlet es uno de esos clichés de personajes que como actor siempre ha dado vueltas en mi cabeza. Todo empezó hace muchos años cuando Marlon Brando se acercó y me dijo: ‘Muchacho, debes interpretar a Hamlet antes de que seas muy mayor para hacerlo, deja de hacer películas y vete a hacer Hamlet’, pues él nunca pudo hacerlo”.

Johnny recuerda que “desde entonces se me quedó la espinita, pero últimamente pienso más en ello. La cosa es que para hacerlo tendría que ser en un teatro muy pequeño y creo que eso es algo complicado de conseguir”.

Lo que sigue para el actor no será Hamlet muy a su pesar, aunque eso no quiere decir que no gozará lo que viene: “El siguiente filme que voy a rodar en abril es una película de Tim Burton llamada Dark shadows. Tim y yo hablamos hace muchos años acerca de esta historia y de cómo sería crear un mundo completamente diferente, lleno de vampiros, y para mí fue muy importante desarrollar esto en conjunto con él. Me gusta sentirme parte los proyectos en los que trabajo”.

¡De vacaciones!

Como turista, al igual que su personaje en este filme, Depp también tiene un lugar al que le encantaría ir: “Siempre he soñado con visitar India, viajar y experimentar el cambio de vida que amigos muy cercanos a mí han tenido después de ese viaje. Así que espero poder hacerlo pronto. Mi problema es que mi agenda ha estado demasiado llena en los últimos años y no he podido parar ni un momento para hacerlo. Pero es uno de mis objetivos”, explica el actor, quien no niega que su carrera le ha permitido conocer diversos lugares alrededor del mundo, aunque regularmente con una cámara a su espalda.