El escritor José Emilio Pacheco publicará tres libros este año

CIUDAD DE MÉXICO.- La idea que José Emilio Pacheco tiene de la actual ciudad de México está muy alejada de aquella que se percibe en las páginas de su libro "Las batallas en el desierto": "Es aterradora. ¡No es posible tener una ciudad tan fea!", exclamó el escritor al presentarse este sábado en la Feria de Minería.

En treinta años de historia de este evento, dijo Fernando Macotela, director de la Feria, Pacheco no se había presentado por los salones de esta feria que sigue convocando un público fiel pero que no es posible disfrutar en medio de la estrechez del espacio.

Aún así, con calidez fue recibido Pacheco por un público integrado especialmente por jóvenes, que lo escucharon leer sus poemas en un breve encuentro a propósito de que este 2009 el novelista, poeta y traductor cumple 70 años.

"Sé lo que es dedicarme una hora de su sábado, no encuentro cómo agradecerlo", y lamentó su desencuentro con el micrófono porque con esto "el escritor pierde el control sobre lo único que tiene que son sus palabras. Soy de una época en que no existían estas cosas, yo ya llegué tarde".

Con la complicidad de ese auditorio, el escritor eligió el título para uno de los tres libros que publicará este año: se llamará "La edad de las tinieblas"; llevaba tres propuestas más: Todo se va, El arte del estrago y Nada de eso. Al final, se impuso La edad de las tinieblas, por votación del respetable, aun cuando el inconveniente del nombre es que parece aludir a esta época. Será un libro de poemas en prosa, algunos de los cuales fueron leídos por el escritor. Tras nueve años de no publicar, Pacheco presentará también un libro de poemas "El mar no tiene dioses" y otro más que es de traducciones y aproximaciones, y que comienza con los epigramas griegos y termina con los haikus.

No hay mejor homenaje que escucharlo, propuso Macotela. Entonces, el escritor adelantó algunos de los poemas en prosa, como "Mexican curious" y "Odio" que abre con el verso: "Para ser Dios a la palabra odio le falta una letra y le sobre otra".

Acompañado por su esposa, la también escritora Cristina Pacheco, el poeta sacó tiempo al final para firmar los libros que sus jóvenes lectores llevaban consigo y para hacer unas cuantas declaraciones a los medios, donde insistió en que además de esta ciudad atroz, vivimos algo terrible en la actualidad con los asesinatos, y la miseria, en medio de esta crisis, que "desde luego es lo más urgente a resolver, pero eso que lo resuelvan los políticos, yo por eso no me dediqué a la política".