El cine le sonríe a Andy García

ESTADOS UNIDOS.- Andy García ya había hecho el papel de italo-americano en el cine, pero nada comparable a Vince Rizzo, el guardia carcelero que interpreta en la comedia City Island.

“Éste era un personaje muy diferente a los otros”, aseguró con una amplia sonrisa el astro cinematográfico cubano de Hollywood, quien anteriormente ha dado vida a papeles de la talla del mafioso Vincenzo Corleone en El Padrino III (1990) y al agente Giuseppe Petri en Los intocables (1987).

El actor explicó que este papel guarda ciertas singularidades que no había explorado en trabajos anteriores. “(Vince Rizzo) es una persona con muchas inseguridades (y precisamente) ese concepto de falta de confianza y de bochorno e inseguridad me pareció muy encantador como personaje”.

Lo cierto es que la comedia ha sido un género que García ha explorado poco a lo largo de su trayectoria, caracterizada por encarnar papeles de “duros”, ya sea del lado del crimen y la mafia, o como un incorruptible policía.

Una familia fuera de lo común

City Island, que se estrena este fin de semana en algunas ciudades de Estados Unidos, sigue a los miembros de una familia italo-americana en una pequeña isla pesquera del condado del Bronx, en Nueva York, en la que cada uno esconde algún secreto y las mentiras son el pan de cada día.

Los del personaje de García incluyen un hijo de una relación previa del que nunca se hizo responsable y su sueño de convertirse en actor.

Rizzo se escabulle para tomar clases de teatro en Manhattan pero por temor a lo que pueda pensar su familia prefiere decir que va a jugar póker mientras su esposa Joyce, interpretada por la estrella de la serie de televisión ER, sala de urgencias, Julianna Margulies, cree que la está engañando con otra mujer.

Escrita y dirigida por Raymond De Felitta, la cinta cuenta además con las actuaciones de la hija de García en la vida real, Dominik García-Lorido, como su hija Vivian, quien no le ha dicho a sus padres que perdió su beca universitaria y que ahora es bailarina nudista; y Ezra Miller como su hijo Vince Jr, quien tiene un fetiche particular: alimentar a mujeres obesas.

Cuando Rizzo conoce en la cárcel al hijo de su relación previa -Tony Nardella, interpretado por Steven Strait - la situación llega a su clímax: el padre lleva al hijo a su casa con la excusa de que le han dado libertad vigilada bajo su custodia, sin decirle a éste ni al resto de la familia sobre su parentesco, y la esposa, en venganza por la supuesta infidelidad de su marido, intenta seducir al joven presidiario.

Atraído por la comedia

Con una carrera donde su nombre está constantemente relacionado con la acción y el drama policiaco, llama la atención la elección más reciente de García. Él responde las razones que lo llevaron a decirle “sí” a City Island:  “La naturaleza de la comedia, su humanidad, su pureza. Las situaciones eran cómicas, pero había una realidad emocional muy profunda”.

El actor de 53 años habló sobre su segunda actuación junto a su hija de 26, con quien ya había trabajado en la película de 2005 The Lost City que en ese entonces él mismo dirigió.

“Compartimos el escenario como actores, no como padre e hija”, aseguró. “Por supuesto yo la miro y siempre tengo un ojo de orgullo, pero cuando estamos trabajando estamos trabajando como actores”.

Acotó que como actor tiende a buscar en su personaje elementos de la vida que lo ayuden a identificarse con su personaje, por lo que en este sentido el parentesco fue positivo.

Y de Margulies, con quien también había trabajado previamente, se confesó “un gran fanático. Ella es magnífica”, y agregó que “ésta es la segunda vez que hacemos de matrimonio... Es una gran actriz, una gran persona. Nos llevamos muy bien, tenemos una buena química, una buena energía juntos”.

Aunque City Island es un filme de bajo presupuesto, García afirma que no tiene nada que envidiarle a muchas grandes producciones y cree que tiene “mucho potencial”.

“Hay dos tipos de película: las buenas y las malas”, expresó el artista. “Ya llevamos muchos meses enseñando la película y sinceramente nunca ha fallado con la audiencia. Anoche tuvimos una función ante 600 personas y la gente estaba aplaudiendo, riéndose, al final se pararon y le dieron una ovación. Eso no es fácil de lograr, pero la película tiene ese duende”.