El cabaret de Ana Francis Mor en tiempos de crisis

GUADALAJARA, JALISCO (16/DIC/2011).- Una mujer polémica. Sin pelos en la lengua. No por nada la catalogan como la sucesora de Jesusa Rodríguez, calificativo que le importa bastante poco y no por falta de consideración, sino porque su trabajo le ha costado abrirse camino en un mundo regido por los hombres, afirmarse como una mujer de izquierda pero “con muchos bigotes”. Ana Francis Mor es su nombre artístico, se lo cambió por respeto a sus padres quienes no eligieron que su hija fuera ni más ni menos que una cabaretera recalcitrante, iracunda, imposible.

Actriz de Coyoacán, que al teatro El Hábito lo volvió El Vicio con ayuda de sus compinches, las Reinas Chulas, que junto con Tito Vasconcelos, Regina Orozco, Vanessa Bauche y Susana Zabaleta abren camino a punta de textos inteligentes que retuercen el corazón de una sociedad adormecida por las astucias de la derecha, de Televisa, de TV Azteca.

Una mujer así, por supuesto que tiene detractores, muchos, pero no le preocupa porque la verdad, Ana Francis no para, cuando no está dirigiendo, está escribiendo, está actuando, está sacando —junto con las Reinas— adelante el bar o generando nuevos espectáculos para un público fiel y creyente de que México tenga un cambio, si no social, por lo menos más arriesgado en los escenarios de su discurso.

Ana Francis es autora de comedias sobre un país trágico, así también de un arriesgado libro sobre homosexualidad y religión. Es ruda, hilarante, poco complaciente. Aun así o quizá por ello, la revista Nexos la incluye en su edición de enero como colaboradora. Ella entonces gustosa colabora, porque le encanta andar diciendo cosas. Para saber sobre su historia, sobre El Vicio y los espectáculos de Las Reinas Chulas hay que hacer clic en www.lasreinaschulas.com.mx. Entre los espectáculos más destacados se encuentran: La Banda de las Recodas, Fraudestein, el mounstro sigue vivo, Petróleo en la sangre, Mujeres con cecina y recientemente visitó nuestra ciudad con Pimpilenchas, mismo que se presentó en el espacio de la artista Lucía Maya.

  — Ana Francis, comencemos por el final ¿cuál es tu balance de este año?

— Este 2011, digamos, ha sido muy importante para el cabaret en México... Pues en tiempos de crisis se hace el mejor cabaret, así que para el país ha sido un año de la “chifosca”, pero para el cabaret muy bueno. Siguen surgiendo montones de artistas que se quieren dedicar a esto y que le andan entrando en la Ciudad de México. Por otro lado, en casi todo el resto del país, entre el miedo y la censura no se hace mucho cabaret.

— ¿Cuáles son tus planes para el año que viene?

— El décimo festival de cabaret que viene con todo. Vamos a tirar la casa por la ventana para celebrar los 10 años. Pretendemos que este año que viene ocurra mayoritariamente en plazas públicas y con la ayuda de la Virgencita de Guadalupe hasta a Laurie Anderson pretendemos traer. Las Reinas Chulas estrenaremos el 6 de enero Fiesten, vamos directo al DesPeñanieto (ya te imaginarás de qué va). Para el otoño haremos un espectáculo con Regina Orozco y la Banda de Las Recodas amenaza con regresar para decir públicamente quién es su gallo para 2012.

— El Patio de tu casa es México, ¿cómo está ese patio?

— Triste, destrozado, movido, en medio de una guerra absurda, con un montón de miedo, pero al mismo tiempo con una cantidad impresionante de movimientos ciudadanos que se están entrelazando, que dicen basta ya y que son la verdadera esperanza. Creo que la violencia ya nos tocó de cerca y eso nos tiene a todas las personas en un estado de alerta nada agradable. Pero al mismo tiempo, creo que eso está movilizando a mucha más gente que antes. No sé. Yo tengo sentimientos encontrados con eso. Mucho dolor por un lado, pero mucha esperanza por otro.

— ¿Quién sí para la silla presidencial?

— AMLO sin duda. No hay mucho para dónde hacerse. Sobre todo porque veo que viene como muy reloaded y me gusta la unidad de la izquierda. No podemos dejar de reconocerle la gran base popular que tiene y me parece que viene mucho más abierto para la conciliación y el diálogo. Las comparaciones no son buenas, (...) y no creo que el PAN haya demostrado que pueda gobernar. Tiene al país hecho un desastre. Yo tengo memoria y con el PRI las cosas estaban de la “chifosca”. Vale la pena optar por la izquierda, sobre todo porque me consta que se puede trabajar con ella. Se ha podido en esta ciudad, la Ciudad de México, y los resultados son de llamar la atención. No está fácil, la cultura política nacional es corrupta y deleznable, sin importar el partido. Pero la izquierda ha demostrado ser la única que —no sin un montón de presión— trabaja con la ciudadanía.

— ¿Para qué sirve el cabaret? ¿Para qué sirven los poetas muertos, los clásicos?

— Me parece que sirve para reírnos de la realidad. Para mirarla más de cerca de forma crítica, habitando el placer, empoderándote por medio del placer. El cabaret sirve para comunicarle a la gente puntos de vista diversos sobre el poder, sobre las costumbres, sobre lo podrido, lo transformable, lo criticable. Los clásicos me parecen muy útiles, siempre y cuando se les quite el polvo y se les mire desde el presente, desde lo que nos toca hoy día. De otro modo, me resultan pura arqueología.

— Si tuvieras que armar una campaña de educación exprés, ¿qué harías?

— Sacar el teatro y las artes a las calles, a todos los rincones, a hablar de los problemas más apremiantes, de la salud sexual, del placer, de la felicidad, de la comunidad, del amor, de hacer fuerza con el de al lado. Pondría a los artistas de la nación a trabajar más de cerca con y para la gente.

— ¿Qué opinión te merece Javier Sicilia?, ¿crees que le haya dado voz a los indignados?

— Creo que le ha dado voz a mucha gente. Comulgo con el movimiento, sin embargo no creo que se deba dejar la idea de llevar a juicio político a todos esos gobernantes que son una punta de delincuentes, creo que en eso no hay posibilidad de conciliación ni negociación.

— ¿Qué es la dignidad?

— Nuestra idea moderna de felicidad supongo.

— ¿Dónde y cómo ves a México en los próximos cinco años?

— En la izquierda, con una ciudadanía más responsable, con un iglesia más echada para atrás. El otro día escuché que una de las razones por las cuales países como el nuestro tiene estos niveles de corrupción, es debido a la educación católica y me pareció muy interesante esa idea. Cómo la culpa y el perdón resuelven todo. Pero eso no es justicia. Ahora sí que como dicen los hijos de desaparecidos: “Ni olvido ni perdón: justicia”.

— ¿Qué necesitamos Ana Francis: amor, meditación, reflexión?

— Mucho placer, mucha risa, mucha diversión.

Dolores Tapia