El Festival de Cannes entra en la recta final

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CANNES, FRANCIA.- Una película sobre la presunta relación apasionada y misteriosa de la modista francesa Coco Chanel con el músico ruso Igor Stravinsky clausurará hoy domingo la 62 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes.

El filme, dirigido por el francés Jan Kounen, cuenta la historia del encuentro de los dos creadores en Francia en los años veinte, tras la muerte del gran amante en esa época de Coco Chanel, el millonario Boy Capel.

La película lleva por título Coco Chanel e Igor Stravinksy y desafía a la historia oficial, según la cual los dos personajes no tuvieron una relación sentimental. “Es una ficción. No tenemos ninguna prueba de este amor”, declararon fuentes de la casa de modas gala sobre el presunto romance de su fundadora con el célebre músico ruso que algunos biógrafos consideran, sin embargo, probada. El papel de Coco Chanel, quien falleció en Suiza en 1971, está interpretado por la actriz Annan Mouglalis y el de Igor Stravinsky por Mads Mikkelsen.

Triunfo griego

La película griega Kynodontas (Diente de perro), dirigida por Yorgos Lanthimos, obtuvo ayer el premio Una cierta mirada en la sección del mismo nombre del Festival de Cannes, cuyos galardones se conocen la de manera previa a la concesión de la Palma de Oro.

Al concurso por el premio de la sección habían sido seleccionadas, entre otras cintas, la del colombiano Ciro Guerra -Los viajes del viento-, que fue recibida con una gran ovación en su presentación pero que se va de Cannes sin premio.

El filme ganador cuenta la historia de una familia -un matrimonio y tres hijos- encerrada en una casa en una zona residencial de la que el padre no permite la salida al exterior, excepto a una persona que les comunica con el mundo que les rodea. El aislamiento es tal que los hijos creen que los aviones que ven sobrevolar la casa son juguetes y su educación está férreamente dirigida por los padres, que únicamente permiten las visitas de una guardia de seguridad. Este único contacto con el mundo exterior tiene consecuencias dramáticas en las relaciones familiares y sirve de estímulo a la puesta en entredicho de la drástica “elección educativa” de los progenitores. Se trata del segundo largometraje de Lanthimos, que rodó en 2005 Kinetta y que dirigió en 2001 el cortometraje Uranisco disco.

Codiciado

El gran premio del jurado de la selección de veinte filmes que formaron este año esta sección paralela de la competencia del festival fue para la película rumana Politis, adjectiv (Policía, adjetivo), dirigida por Corneliu Porumboiu. Este director rumano ya es conocido del festival, que en 2006 le otorgó el galardón Cámara de Oro (por una opera prima) por su película A fost sau n-a fost? (también conocida como 12:08 Al Este de Budapest, por su título en inglés). En el filme se cuenta la historia de un policía que se niega a detener a un joven que ofrece droga a dos compañeros de clase porque cree que la ley que castiga esa acción cambiará, lo que le pone en contra de sus superiores en el cuerpo.

Los miembros del jurado concedieron ex-aequo su premio especial a Kasi az gorbehaye irani khabar nadareh (Nadie sabe de los gatos persas), del realizador iraní Bahman Ghobadi, y a la película francesa Le père de mes enfants (El padre de mis hijos), dirigida por Mia Hansen-Love.

Ghobani no es un desconocido en Cannes, -Cámara de Oro en 2000- y ganó la Concha de Oro en San Sebastián en 2004 y 2006. En su filme baja a los sótanos de Teherán, donde encuentra a músicos que, como los gatos persas, en Irán sólo pueden “crecer” encerrados e intentan asomarse al exterior. A los músicos underground del Teherán actual se les impide viajar al extranjero para realizar la vida a la que la represión del régimen les impide tener acceso y Ghobadi denuncia precisamente el estricto control y lo absurdo de las situaciones a las que conduce.

La película francesa El padre de mis hijos cuenta otra historia familiar, la de Grégoir, un productor de cine que lleva una vida profesional plena, que completa con estancias en el campo y que forman un conjunto en cierto modo apacible que turba sus dificultades financieras.

Fuera del palmarés de esta sección paralela se han quedado películas como la brasileña A deriva, de Heitor Dahlia, Morrer como um homem, del portugués Joao Pedro Rodrigues, y la rumana Amintiri din epoca de aur, dirigida por cinco realizadores.

En la selección de este año de Una cierta mirada participaron, además filmes de Japón, Estados Unidos, Australia, Corea del Sur, Rusia, Filipinas, Israel, Alemania, Tailandia y Holanda.

El jurado de esta sección de Cannes, que tiene consideración de selección oficial, estaba compuesto por el cineasta Paolo Sorrentino, la periodista Uma da Cunha, el director del Festival de Cine de Toronto, Piers Handling, y la directora del Festival de Goteborg, Marit Kapla. (Agencias)