El FICG presenta obra póstuma de Raúl Ruiz

GUADALAJARA, JALISCO (01/MAR/2013).- Al cineasta chileno Raúl Ruiz le gustaba entreverar historias y después llevarlas al cine: ajenas y propias, imaginadas y descabelladas. Ese quehacer le llevó a materializar su última producción cinematográfica, La noche de enfrente, que se presentó durante el Festival Internacional de Cine en Guadalajara a las 13:30 horas en la Sala Ernesto Gómez Cruz de Expo Guadalajara.

La película conjunta a un río de personajes como un niño de insondables conocimientos en música clásica, historia y física, la dueña de una pensión maldita que tiene un amante que dice ser su sobrino, una prostituta que se acuesta con un ex policía, un Beethoven melancólico y reflexivo que se pasea por la calle o por una cancha de futbol. Esos personajes eran los que le interesaban a Raúl Ruiz.

Sin embargo, dentro de todo ese abanico de protagonistas, destaca don Celso, un viejo triste y ocurrente que entretiene a sus contertulios con sus historias y que cotidianamente piensa que alguien lo matará sin misericordia. Don Celso habla como poeta, busca palabras y cuenta sus ocurrencias en su programa de radio.

La película, que se presentó por primera vez en 2012 en la Quincena de Realizadores en Cannes, se inspira en los relatos del escritor Hernán del Solar. Sin embargo, tiene el toque del cine de Ruiz, que se preocupó por mostrar una mezcla de los sueños y la imaginación que pueden asaltar a los hombres.

Durante la función, que duró 107 minutos, algunas personas que no aguantaron la lentitud o la complejidad de la historia decidieron salir de la Sala Ernesto Gómez Cruz; otros más aguantaron hasta el final y al finalizar la cinta expresaron su desconcierto por no comprenderla.

En la conferencia de prensa posterior a la proyección de La noche de enfrente, el productor general del filme, Christian Aspee, explicó que en esta película, por primera vez Raúl Ruiz decidió contar un poco de su propia historia. Contó que la película terminó de montarse en un departamento alzado en la ciudad de París, una vez que concluyó el proceso, Raúl Ruiz se dirigió al hospital y murió después de 20 días de estar internado.

Aspee dijo que en su departamento parisino, Raúl Ruiz siempre tenía libros abiertos. Entre sus temas favoritos destacaba el de la física cuántica, que le enseñó la particularidad de los momentos y sus diferencias. La película aglutinaba esos tiempos y momentos que tanto le preocupaban al cineasta.

"Si ustedes miran esta conjunción de historias en el tiempo, les permite entrar a comprender de mejor manera esta película, y por eso es que hay un texto en ella que habla sobre el tiempo en esta ciudad, que pasa como a borbotones".

Agregó que lo que Ruiz no quería era hacer una película tradicional, pues en su vida cotidiana le pasaban sucesos en paralelo -soñaba con fantasmas- que lo motivaban a crear otro tipo de historias.

"Sin embargo,  si uno puede entender que él está preocupado de la multiplicidad de los tiempos, en el mismo momento logra entender de alguna manera mejor su cinematografía. ¿El final de esta película qué es? Los vivos, los muertos y los imaginarios en un mismo momento, cantando una canción. Todos a la vez".

PARA SABER

La noche de enfrente se proyectará el domingo 3 de marzo a las 16:00 horas en la Sala 1 de Cinépolis del Centro Magno y el lunes 4 de marzo a las 21:15 horas en el mismo espacio

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI