Dosis de saxofón con Omar López

GUADALAJARA, JALISCO (19/JUL/2013).- A Omar López le decían el "Peyote asesino" porque cuando estudiaba en Guadalajara no se quitaba los lentes oscuros ni por mandato papal. Cuando entró al agolpado salón de Cabildos de la Presidencia Municipal de Guadalajara para presentar el volumen III del disco Saxofón Electroacústico de México, lo hizo con paso rápido, sosteniendo el saxofón dorado con las dos manos.

Omar López es flaco como un fagot. Es moreno y su rostro refleja una mancha de barba. Desde las sillas más alejadas a la tarima en la que se encaramó, más que su figura espigada descollaban los márgenes dorados y encendidos del saxofón y la velocidad de los dedos que oprimían con rapidez y coordinación los émbolos.

Mientras el público rompía la tensa calma que se generó debido al calor que había en el salón, el músico hundía la mirada en la partitura, sostenida por un atrio negro. La concurrencia escuchaba su música en silencio y con expectación.

Algunas de las piezas que interpretó causaron desconcierto en algunos asistentes, que se concentraron en una charla o con la pantalla del celular. Otros más salieron y no volvieron. Inmediatamente, los que se encontraban de pie tomaron su lugar.

Sin embargo, conforme avanzaba el concierto, Omar López entabló empatía con el público. En el tránsito de una pieza a otra, resaltó que el material discográfico seguía una línea más vanguardista, pues los compositores se apoyaron en elementos tecnológicos que le dieron otro sentido a las piezas.

Al principio, los ruidos callejeros, las voces urbanas, las roncas exhalaciones de los autos y los sonidos del metro del Distrito Federal que acompañaron al saxofón causaron extrañeza entre los asistentes; pero después, al reconocerse en ese río sonoro que los sigue por sus recorridos en la ciudad, aceptaron la propuesta y la festejaron.

Cuando el concierto terminó, un joven que bajaba los escalones del Palacio Municipal de Guadalajara le comentó a su novia: "Al principio quería irme, pero luego me gustó y por eso te dije que nos quedáramos".

El programa que presentó incluyó Decisiones en saxofón, de José G. Suárez; +O~, de Alejandro Castaños; Primer mareo, de Jorge Calleja; Vitrales 2004-2008, de Eduardo Flores Contreras; Chilango, de David Martín; Mensajero del alma, de Jorge Calleja; Límite, de Rodrigo Sigal, y Light and dust, de Manuel Rocha Iturbide.


EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI