Dos compadres se divierten en el Auditorio Telmex

GUADALAJARA, JALISCO (26/OCT/2012).- César García gastó dos mil pesos, más de una semana de su sueldo como mesero, en comprar los boletos para escuchar cantar a Joaquín Sabina y a Joan Manuel Serrat abrazado de su novia Érika García.

Pero mientras caminan por una de las aceras que comunican con el Auditorio Telmex, luego de bajarse de la tambaleante ruta 641, minutos después de las 20:00 horas, Érika reflexiona: “Aún falta el regreso, la cena romántica y el vino tinto”.

Sin soltarla de la mano, mirándola de costado, César suelta una risa tímida.

Una hora después, cuando se apagan las luces al interior del Auditorio Telmex con siete mil 500 asistentes dentro, lo primero que escuchan es la voz de Joaquín Sabina. Al centro del escenario envuelto en un torbellino de luces aparece la imagen de un cuervo caricaturizado.

Sabina: ¡Jaliscienses! ¡Tequileros!
¡Tapatíos!...

Público: ¡Uuuuuuuuuuuuuuuuh!

Serrat: Mi compadre y yo les queremos dar las gracias por acercarse esta noche aquí a compartir con nosotros la fiesta. La verdad es que sin ustedes estaríamos muy solos.

Sabina: La empresa ruega al público que hagan el favor de comportarse correctamente empezando por apagar sus teléfonos celulares, aunque yo que ustedes no lo haría, mejor manténganlos prendidos, hagan muchas fotos y mándelas a sus amigos para que vean lo que se están perdiendo.

Público: ¡JA, JA, JA!

Serrat: Sepan que está prohibido grabar el concierto. También está prohíbido llamar por cobrar el destino, meterle mano a las damas sin su consentimiento, hablar con la boca llena, pegar el chicle mascado en la silla y hurgarle las narices al vecino.

Sabina: No se permite arrojar ropa interior al escenario a menos que la lleven puesta.

Público: ¡JA, JA, JA!

Sabina: Si alguna señora o señorita sintieran la necesidad de hacerlo, pueden depositarla en el canasto de la izquierda.

Un chorro de luz ilumina un cesto dispuesto a la orilla del escenario.

Serrat: El de la derecha es para los caballeros.

Público: ¡JAJAJAJAJAJA!

El diálogo resume la noche: Sabina y Serrat se divirtieron y divirtieron a los tapatíos. Sabina con el inseparable bombín y Serrat con la inseparable guitarra en ristre cristalizaron el primero de los conciertos que llevarán a cabo en el inmueble de Zapopan.

Tocaron canciones como Hoy puede ser un gran día, Acuérdate de mí, Algo personal, Y sin embargo, La orquesta del Titanic y De cartón piedra.

Mención aparte merece la canción 19 días y 500 noches. Al centro del escenario, con la guitarra terciada, Sabina generó una nota aguda, “exacta” y cantó: “Lo nuestro duró...”.

Y el público respondió como lo hizo el resto de la noche.

EL DATO
Viene más

El segundo de los conciertos de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat se llevará a cabo el próximo martes 30 de octubre a las 21:00 horas.