Entretenimiento | Asume los riesgos Diana Bracho prefiere trabajar en México Aunque se formó en el extranjero, la artista dice tener claro su rumbo. Hollywood no es su meta Por: SUN 19 de febrero de 2012 - 01:56 hs Diana Bracho integra la obra ''Espejos'', montaje que se presenta en la Ciudad de México. EL UNIVERSAL / CIUDAD DE MÉXICO (19/FEB/2012).- Cuántas actrices existen en México que hayan dejado una huella profunda en teatro, cine y televisión? Sobran los dedos de las manos a la hora de nombrarlas, pero sin duda Diana Bracho es una de ellas, y está, incluso, entre las tres más importantes. La señora Bracho tiene la capacidad para hacer teatro de altos vuelos como Un tranvía llamado deseo (es la única actriz en el mundo que ha interpretado los papeles de Blanche y Stella en esa obra de Tennesse Williams); ganar dos premios Ariel por coactuación femenina (El castillo de la pureza y El infierno de todos tan temido) y coleccionar premios TVyNovelas por su trabajo en producciones tan exitosas como Cuna de lobos, Cadenas de amargura y Fuego en la sangre. Todo eso sólo es la punta del iceberg de una carrera artística que incluye destacadas actuaciones en cine y teatro bajo la batuta de directores como Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Alfonso Cuarón, Carlos Saura, Héctor Azar, Germán Castillo, Carlos Téllez, Sabina Berman y Francisco Franco, entre otros. Ahora participa en Espejos, de Annie Baker, acompañada de Nailea Norvind, Ludwika Paleta, Hernán Mendoza y Juan Carlos Barreto. La hija de Julio Bracho interpreta a una maestra de actuación que sólo tiene cuatro alumnos, quienes no se dedican a ese arte sino que llegan atraídos por un anuncio en el periódico y reciben “ejercicios elementales”, tal como lo dice ella misma. El reto del estupendo elenco y del director (Diego del Río) es crear personajes que obviamente nunca llegarán a ser buenos actores, pero que en el proceso de aprendizaje se conocen a sí mismos de una manera desgarradora y, al mismo tiempo, divertida (para el público). Frente al espejo Diana asegura que este trabajo “es diferente a todo lo que he hecho; Espejos es una obra naturalista, inclasificable y muy inteligente. Todo es tan natural que parece que improvisamos, pero no es así”. Al mencionarle su capacidad para crear personajes convincentes en teatro, cine y televisión, suelta un encantador y modesto “¿sí?... ¿usted cree?” Y al preguntarle cuál es la receta, señala: “Tiene que ver con asumir riesgos, olvidarte de todo lo que has hecho y tomar cada proyecto como si fuera el primero y único en tu vida. También entender que cada medio es diferente y que las técnicas actorales son distintas”. Recuerda que en su primera incursión teatral, (Israfel, 1973), Héctor Azar estuvo a punto de correrla porque no sabía cómo proyectar sus emociones desde el escenario: “Yo ya había hecho cine, pero el teatro es diferente. No se me olvida la decepción que me llevé cuando vi a Jessica Lange en Un tranvía llamado deseo, pues lo que hacía ella no traspasaba la primera butaca”. Diana Bracho estudió filosofía y letras inglesas en Nueva York, y actuación en Inglaterra, así que domina el inglés casi a la perfección. Al preguntarle si Hollywood es una asignatura pendiente, contesta: “La verdad, no. Desde el principio de mi carrera quise trabajar en mi país y en mi idioma. Aspiraba a que, si me iba a ir bien, fuera con proyectos de aquí. En los años setenta trabajé en Actas de Marusia (Miguel Littin) y la película fue nominada al Oscar a la Mejor película extranjera, pero a mí ni me invitaron a la ceremonia”. Recuerda que su llegada a Dreaming of Julia (Juan Gerard, 2003) se dio gracias a que el director y la productora la habían visto trabajar en Entre Villa y una mujer desnuda. Alternó como protagónica con Harvey Keitel, a quien recuerda básicamente como “un mal compañero”. Acepta que la han coqueteado “un poquito” para sumarse a las filas de artistas metidos a la política, pero no se ha dejado seducir. Señala que no firmó la carta de inconformidad de la Academia respecto al financiamiento irregular de las cintas Morelos y Colosio, pero la avala: “Admiro much el trabajo de sus directores (Antonio Serrano y Carlos Bolado), pero no está bien que Conaculta se haya ido por la libre; Imcine es el canal por el que se deben tramitar proyectos”. FRASE''Si me atreví a ser presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas fue por amor al cine y no al pode r''Diana Bracho, actriz. Temas Teatro Diana Bracho Lee También ¿A cuál concierto vamos, Guadalajara? Esta es la cartelera de este viernes 22 al 24 de noviembre Los mejores eventos de entretenimiento del 22 al 28 de noviembre de 2024 Las “herederas del son” tomarán el Teatro Degollado Alejandro Gou marca tendencia en la cartelera Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones