Miércoles, 04 de Diciembre 2024
Entretenimiento | Beto Gómez comparte con alumnos

De vuelta a la escuela

El director de Salvando al soldado Pérez visitó su casa de estudios para charlar sobre las experiencias con nuevos talentos

Por: EL INFORMADOR

Beto Gómez ofreció la conferencia Hablemos de cine, con alumnos de la Universidad Autónoma de Guadalajara.  /

Beto Gómez ofreció la conferencia Hablemos de cine, con alumnos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. /

GUADALAJARA, JALISCO (16/FEB/2012).- Nervioso, y mucho. Pero también muy emocionado. El director Beto Gómez volvió a pisar la Universidad Autónoma de Guadalajara a 20 años de haber salido de ella “y la verdad desde entonces, no había vuelto, es más no vine ni a mi graduación (risas)”. No volvió como alumno, sino para impartir la conferencia Hablemos de cine.

El realizador, quien estuvo detrás de la cámara en la película Salvando al soldado Pérez, compartió que “entiendo que como universitario este tipo de charlas son pesadas y a veces incluso aburridas, sin embargo espero que para ustedes resulte ameno escucharme”.

Ante casi una centena de jóvenes estudiantes de diversas carreras, Gómez recordó sus días en las aulas, confesando que “no tenía en un principio claro que fuera a estudiar cine. Disfruté, eso sí, mucho la universidad, aunque me costó mucho trabajo ser un buen estudiante”.

Autodefinido como rebelde y con alma de gitano, el también director de Puños Rosas recuerda que si bien “me gustaba el cine, no era algo que pensara hacer. En mi casa no había libros de esa materia y nadie en mi familia era artista, es más, ni siquiera tenía idea de cómo se podía hacer una película”.

Lo que sí recuerda Gómez son esos paseos al cine, donde su papá lo llevaba a ver películas en su natal Sinaloa. Fue allí donde se sembró la semilla por el Séptimo Arte que ahora el director busca despertar en los estudiantes universitarios.

A volar

Viajero por excelencia, Gómez consideró al terminar la carrera de Comunicación que todavía le faltaba mucho por madurar, así que decidió embarcarse en un viaje por tres años por diversos países del mundo. “Por las mañanas trabajaba en cosas pequeñas, y por las noches estudiaba”.

En Canadá entró a una escuela de cine donde comenzó a interesarse más en la materia, aunque “me expulsaron (risas), eso me marcó, y cuando comencé a estudiar cine en España me propuse terminar la carrera bien, allí aprendí a escribir bien los guiones”.

Las lecciones que le dejó ese viaje fueron muchas, afirma el sinaloense, comenzando porque “se te van quitando ideas rebeldes de la juventud. Entendí que el mejor director no es quien trabaja solo, sino el que se sabe hacer de un buen equipo de gente que lo ayude”.

Los alumnos reunidos cuestionaron al realizador sobre su director favorito en el cine mexicano, a lo que Gómez se declaró gran fan de la Época de Oro, “como Martín Solares que era un excelente realizador, también Luis Buñuel siempre me ha provocado una gran curiosidad, además de actores como Tin Tan y Pedro Infante”.

Los jóvenes externaron su inquietud sobre la “mala fama” que tiene el cine mexicano, y el realizador aceptó que en su época de estudiante “era muy raro que yo fuera a ver producciones nacionales. Pero creo que esa percepción ha ido cambiando, porque ha mejorado la calidad de las propuestas”.

Un recuerdo dulce

Crítico con sus propios trabajos, Beto Gómez confiesa que sus primeras producciones fueron hechas en entornos complicados. “Recuerdo particularmente el rodaje de El sueño del caimán, que realicé en el barrio de Analco. No teníamos idea de cómo hacer muchas cosas, incluyendo la seguridad que debíamos guardar”.

El director narra que “un día, al terminar de rodar varias escenas, guardamos todo el equipo en una casa. A la mañana siguiente llegamos y se habían llevado todo. Salí a la plaza del barrio, desesperado, y le dije a la gente que estábamos haciendo una película y nos acabábamos de quedar sin nada, a la deriva. Entonces aparecieron los que tomaron nuestras cosas, se disculparon y nos las regresaron”.

Gómez recuerda ahora, con una sonrisa: “A partir de ese momento el barrio se volcó a apoyarnos. Se ofrecieron como extras, para cuidarnos el equipo y hasta para proporcionar comida. Me dejó un recuerdo hermoso”.

Al final de la charla, el realizador compartió con los alumnos su cortometraje El último chuchuluco, un proyecto realizado con bajo presupuesto y de corte ecológico.

FRASE

"
Cuando hago cine nunca siento que estoy trabajando. Siempre lo veo como una aventura "

Beto Gómez,
director.

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