De Irlanda para México, John Boyne charla con los jóvenes

GUADALAJARA, JALISCO.- Con mil jóvenes frente a él, la mayoría con la cabeza bajo como aprehendiendo las palabras traducidas al español que se escuchaban a través de los audífonos, John Boyne se abrió tal cual a partir de las preguntas que Jorge Fondebrider hacía, con la intención de llegar a lo más profundo del autor de El niño con el pijama de rayas, la primera de sus obras editada en español.

La cita fue en el ya tradicional "Mil jóvenes con…" que se realiza en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL), espacio que suele acoger a escritores de todas las tallas, proporcionándole un encuentro con sus lectores.

En esta ocasión, el diálogo fluyó como en una entrevista, con base en cuestionamientos como ¿Cómo es tu ciudad? ¿Cómo la veías cuando eras chico? ¿A qué jugabas cuando eras niño? ¿Cuándo llegaron los libros a tu vida? ¿Qué buscabas en los libros? ¿Cuándo descubriste que querías escribir? y ¿Cómo aprendiste a escribir?, entre otras múltiples dudas.

Así, el personaje se remontó a su natal Dublín (Irlanda) y comenzó a hilvanar su propia historia: "No recuerdo cuándo fue la primera vez que tuve un libro en mis manos, pero fui muy afortunado de que mis padres fueran buenos lectores; recuerdo a mi madre leyendo todas las tardes en la terraza de la casa. Mis primos no tenían una relación tan cercana con las librerías como la teníamos nosotros. Los libros siempre han sido un privilegio para mi".
Relató que sus historias favoritas eran de aventuras. Había una serie de libros, 10 ó 12, de un chico llamada Bobby Brewster que iba de una aventura a otra; así que los primeros relatos que hizo mucho tenían que ver con este personaje.

"Desde los 10 u 11 años hacía mis libros y se los ponía en los estantes a mis padres, penaba que era genial. Les leía las historias a mis padres, hermanos y hermanas; la mayoría estaban basadas en los libros que leía, se podría decir que eran copias".

De esta forma, con una charla amena, John Boyne demostró a los asistentes que se puede llegar a ser escritor, pero un paso fundamental para ello es la lectura.