Danny Boyle busca refrendar su éxito

TORONTO, CANADÁ (13/SEP/2010).- Tres películas, tres visiones. La primera de ellas a cargo del director británico Danny Boyle, quien está de regreso con el drama 127 Hours, que se estrenó ayer en el Festival Internacional de Cine de Toronto, luego de su exitosa cinta Quisiera ser millonario.
Esta vez, se trata de una historia real, la del alpinista estadounidense Aron Ralston, quien en 2003 se vio obligado a amputarse parcialmente el brazo derecho cuando sufrió un accidente en las montañas de Utah.

Ralston, interpretado en la película de Boyle por James Franco, tiene que decidir entre salvar su vida o perder su extremidad cuando una roca le aplasta la parte inferior del brazo derecho y se encuentra sin posibilidad de ser socorrido.

La desafortunada experiencia de Ralston sirve para que el cineasta que se dio a conocer en 1996 con Trainspotting reflexione mediante la interpretación de Franco, sobre la motivación que puede llevar a que una persona en una situación desesperada ejecute decisiones drásticas para sobrevivir.

Momentos de tensión se vivieron entre organizadores de la XXXV edición del Festival de Toronto (TIFF, por sus siglas en inglés) por un problema técnico con otra cinta que obligó a cambiar la sala en la que 127 Hours iba a ser proyectada ante un centenar de críticos, periodistas especializados en cine y representantes del sector, pero finalmente todo se solucionó, mientras Danny Boyle ofrecía una disculpa.

“No estoy intentando crear un momento dramático”, señaló el director británico para calmar los ánimos en la sala de cine.

Boyle declaró en rueda de prensa que luego de su paso por el  TIFF con Quisiera ser millonario, donde fue elegida por el público como  Mejor película del festival, las puertas se abrieron y lo condujeron a ser el gran ganador de los premios Oscar pocos meses después. “Creo que todos nos sentimos muy orgullosos de volver, por lo que nos pasó la vez anterior. Se sentía una cierta obligación  y nos dimos prisa para estar listos, determinados en intentar traer 127 Hours y estar aquí”, expresó el cineasta.

Una producción de Guillermo del Toro

Además de 127 Hours, Los ojos de Julia, el actual thriller  bajo la producción de Guillermo del Toro, también tuvo su noche de estreno, aunque con un aire más tranquilo por parte del director catalán Guillem Morales y la actriz Belén Rueda.

Morales confesó que no se relajó “hasta que aparecieron los créditos al final de la cinta. Ahora ya estoy tranquilo. Y muy contento”.
Por su parte, Belén Rueda señaló que tras ver por primera vez la película totalmente terminada, durante su proyección con público en Toronto, estaba muy satisfecha con el filme, especialmente el final.

Agregó que descubrió cosas sobre la cinta de las que no se había percatado cuando se rodó y que desde un primer momento le atrajo el guión.

Los ojos de Julia relata la progresiva ceguera que sufre Julia (Belén Rueda) y la carrera a contrarreloj en la que se ve sumida para intentar descubrir al asesino de Sara, su hermana gemela, quien también padecía la misma enfermedad degenerativa que le provocó la pérdida total de visión.

Rueda explicó que fue precisamente el papel de Sara, que sólo tiene dos secuencias en el filme, el que más le costó interpretar y que tras rodar la última de las dos secuencias se desmayó ante la presión que había sentido por el personaje.

Finalmente, también se estrenó la coproducción italo-argentina La llamada, en la que Stefano Pasetto narra la huída de dos mujeres, de distintas generaciones e intereses, pero que a pesar de sus diferencias son capaces de crear un férreo vínculo que las une.

''Creo que todos nos sentimos muy orgullosos de volver, por lo que nos pasó la vez anterior, y nos dimos prisa para estar listos'', Danny Boyle, director de cine.