Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Escenario desalentador

Damián Alcázar pide salvar a la Academia

El actor señala que los diversos protagonistas de la industria cinematográfica nacional deben ser más solidarios y unidos

Por: SUN

Aunque Alcázar es uno de los actores más solicitados en la pantalla grande, admite que vivir del cine es muy complicado. EL UNIVERSAL  /

Aunque Alcázar es uno de los actores más solicitados en la pantalla grande, admite que vivir del cine es muy complicado. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (03/JUL/2011).- Las cartas están sobre la mesa y los signos de cara al futuro son poco alentadores. Damián Alcázar teme ante la eventual desaparición de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), como se anunció el pasado mes de abril por falta de recursos económicos para su sustento.

“La pueden tomar nuevamente los grandes comerciantes, los productores y van a hacer lo de antes, cuando se repartían los premios entre ellos y eso es, para mí, espantoso. La Academia está hecha por gente de cine, por gente respetable, y seguramente si la toman estas personas que digo puede pasar eso”, señala el actor, al apuntar lo que considera son los grandes defectos que ha acarreado la institución en los últimos años y el peligro que significa tanto dejarla morir como no aplicar una reforma profunda a su estructura.

Lío añejo


Durante la pasada entrega del Ariel, premio que anualmente otorga la AMACC a lo más granado del cine mexicano, Carlos Carrera anunció que la misma se encontraba pasando por problemas.

El también realizador de la taquillera El crimen del padre Amaro indicó que si no se resolvía los puntos económicos y cineastas y actores no se acercaban a ella, podría desaparecer para el siguiente año, 2012.

La Academia recibe cierto presupuesto gubernamental, pero ahora es más complicado, dijo Carrera, acceder a ese dinero. Alcázar, protagonista de las taquilleras La ley de Herodes y El infierno, secunda al realizador: “Evidentemente al Estado le importa muy poco el cine. Lo he visto en sus acciones y es bien difícil eso, entonces, si la Academia se acaba, qué más puede pasar, nada”.

Y es que quien habla ha sido uno de los grandes ganadores del Ariel: ha ganado ocho gracias a sus actuaciones en los filmes Lolo, La vueltas del citrillo y Crónicas, entre otras, además de que es reconocido como uno de los actores más talentosos del cine iberoamericano.

Pero no todo es tan bueno como pudiera pensarse, pues el mismo actor reconoce que hace magia para sobrevivir de cine. “Prácticamente sí hace falta ser mago, porque los billetes nunca llegan, los cheques llegan tarde”, confiesa Alcázar entre risas.

“Que si el dinero de Hacienda, que la ANDA (Asociación Nacional de Actores), que pellizcan por ahí, y a regañadientes le pagan al actor”.
Y acepta que a él no le pasa eso, pero sí ha experimentado que dos meses después del rodaje recibe el pago. “Conozco a varios de mis compañeros que esperan mucho a que les paguen. Sé de una actriz que hace unitarios (programas en televisión) y sufre porque no le pagan sino hasta después”.

Se acomoda en la televisión

Al margen del cine, Alcázar ha encontrado un buen nicho en series de televisión como KDabra, grabada en locaciones de Colombia cuya segunda temporada se estrena hoy a través del canal de paga Movie City.

Continúa siendo el mago, comenta, pero ya en la trama hay más acción y cambio de roles. “Es una historia donde no hay tanto despliegue físico, pero sí hay eso de: ‘vamos a rescatar a la chica, distraer al guardia y sacarla’. Me gusta, son series cuyo guión me gusta y por eso acepto”, expresa el michoacano.

Luego de ello se meterá en la tercera temporada de Capadocia, producida por Argos, quien ya lo había invitado para las dos anteriores, porque no coincidían en fechas. “No había podido antes por trabajo, pero ahora ya se podrá”.

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