Cyrus Chestnut debutó en Guadalajara con su trío de jazz

GUADALAJARA, JALISCO (14/MAY/2015).- El pianista estadounidense Cyrus Chestnut se presentó con su trío en el Teatro Vivian Blumenthal, en el tercer concierto del ciclo New York Jazz All Stars.

Pasadas las nueve de la noche, bajista y baterista salieron al escenario del teatro. Los aplausos auguraron la entrada de Cyrus. Su primer gesto de la noche fue tomar el micrófono y mover los labios, sin pronunciar una sola palabra. Tras las risas de los asistentes que reafirmaron el buen humor, Cyrus saludó y agradeció la presencia del público: prometió que lo que tocarían sería especial para los presentes. Cyrus presentó a sus músicos: Devin Starks en el bajo acústico y Neal Smith en la batería.
 
El comienzo de su set integró temas clásicos: "I've Never Been in Love Before" de Frank Loesser, "Bags' Groove" de Milt Jackson, y "Hello" de Lionel Richie.

Tras el primer trío de canciones, Cyrus hizo una pausa para retomar el micrófono y comentar que la siguiente parte del concierto incluiría composiciones del propio pianista, parte de "African Reflections", una serie de obras que escribió inspirado por un viaje que hizo a África: "Si les gusta, hágannoslo saber, griten. Si no les gusta no digan nada", bromeó el músico antes de tocar canciones como "Ameese Dances" y "Blues in the Dirt".

Las dos primeras piezas resaltaron por sus inicios y el uso de las percusiones, que a manera de vamp anticiparon la música. Cyrus dejó ver la influencia del blues en sus composiciones. En esta segunda parte del concierto fue también donde Neal Smith, el baterista, lució más, no nada más en los solos, sino también la marcar el ritmo que tomó la evolución de los temas. Smith tocó la batería con escobetillas y batacas, para sacar una mayor variedad de sonidos.

De nuevo pasaron tres canciones y Cyrus tomó la voz otra vez, ahora para anunciar "A Door for the Door of No Return", la última obra del concierto. Luego del enérgico cierre marcado por la fuerte presencia de la batería, el trío agradeció los aplausos y dejó el escenario.

Las luces se encendieron, y cuando ya parecía que no habría "encore", Cyrus volvió al escenario para tocar una obra más acompañado de sus músicos: la pieza fue más serena que la anterior, con un toque de blues que concluyó la noche.
 
INFORMADOR / Jorge Pérez Gómez