Domingo, 24 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Museo de Arte de Zapopan

Cuerpos trastocados de emoción y fuerza

El artista michoacano Javier Marín concluye en el MAZ una gira escultórica de cuatro años por todo el país

Por: EL INFORMADOR

ZAPOPAN, JALISCO.- Javier Marín es un hombre de pocas palabras. Pero después de ver sus esculturas uno se pregunta si realmente es necesario que hable un poco más, sobre todo cuando los hombres y mujeres que moldea en arcilla, bronce y resina -últimamente- gritan en silencio un sinnúmero de emociones, buenas o malas -según el espectador que las mire-, pero siempre fuertes, con una intensidad que arrebata los sentidos.

Al final, a Marín (Uruapan, Michoacán, 1962) le complace cualquier interpretación, pues es la realidad de los individuos, con todas sus aristas, la que se ha dado a la tarea de moldear en su obra y, al mismo tiempo, presenta un reflejo de su propia existencia.

A pesar de ser un artista con una larga trayectoria, es la primera vez que llega al Estado con una muestra individual. Y para celebrar con bombo y platillo, resulta que la exhibición que inaugura esta noche en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ) es el cierre de una larga gira de cuatro años, durante la cual ha visitado alrededor de 20 ciudades del país.

Satisfecho con este "tour escultórico", Marín celebra su culminación en un espacio como el MAZ y manifiesta su beneplácito respecto a cómo han quedado las piezas en exhibición dentro de este espacio, bañado de blanco, con tanta luz como oscuridad son requeridas para tan monumentales obras.

Sobre la percepción de otros respecto a su obra, advierte su fascinación cuando escucha comentarios cruzados. "Me encanta que puedan ser absolutamente grotescos (los personajes que crea) o de repente puedan ser sublimes, bellos. Me gusta el hecho de que una persona pueda ver una pieza y decir que está sufriendo mucho con la expresión, y otra que me diga que para ella la impresión es de extremo placer. Entonces, esta ambigüedad me gusta mucho".

"Esto habla de mí mismo, habla de cualquiera, todos somos iguales; es esto que se junta entre placer y dolor, entre la luz y la oscuridad, nuestra parte luminosa, nuestra parte oscura, quién sabe hasta dónde está una y empieza la otra. Mis esculturas pretenden hablar de mí y de cualquier ser humano que comparta un mismo momento histórico y cómo nos encontramos en el mundo en este momento, yo soy resultado de lo que sucede, de la cotidianidad", añade en entrevista el artista michoacano, con más de dos décadas de trayectoria.

Las piezas en exhibición van del pequeño al gran formato, dimensiones que el escultor decide con base en un interés por probar cómo una obra pequeña puede transmutar en su fuerza al crecer y ponerse en contacto con el espectador.

"Resulta muy interesante, la pieza deja de ser la misma, se vuelven como dos cosas totalmente distintas por el simple hecho de crecerla en dimensiones. Ésa fue la intención, pero después, habiéndolas hecho grandes empecé a descubrir cosas que solo tienen que ver con piezas grandes y te lleva a plantearte otras obras, pero a gran escala", explica Marín.

Las esculturas, hombres y mujeres que permanecen inmóviles ante la mirada del público -ya sea pendiendo de una cadena, incrustados en una puerta o detenidos por su propia fuerza-, son el resultado de una combinación de elementos, como la terracota, uno de los materiales más utilizados por Marín, "una mezcla de barro de Zacatecas y barro de Oaxaca", aunque también se descubren piezas de bronce y resina poliéster, "un material industrial, muy nuevo, muy barato" y mezclada con otros materiales mucho más nobles, como bronce, amaranto o tabaco.

Un reconocimiento al talento y la creatividad
Ricardo Duarte, director del MAZ, destaca la relevancia de la muestra al tratarse de uno de los artistas con mayor fuerza expresiva en el país.
Al mismo tiempo, destaca la importancia de dar a la escultura cabida en las salas museográficas, especialmente en un Estado en el que si bien hay escultores reconocidos, el trabajo en esta disciplina no tiene el mismo empuje que se observa en otras áreas, como la pintura, las letras y la música.

"La presencia de la escultura en los museos es muy importante, porque viene a fortalecer, a refrescar la panorámica de la escultura en el Estado y particularmente la presencia de Javier Marín en Zapopan, en este museo, viene a sumarse esta sucesión de exposiciones que hemos tenido donde la calidad y el nivel de los autores han sido sumamente significativas. Tener la presencia de un artista tan joven, con un reconocimiento no solo nacional, sino sobre todo internacional, pues por supuesto que para el museo nos llena de orgullo y sobre todo nos satisface en esta posibilidad de acercar la obra de Javier Marín a nuestra comunidad", destaca Duarte.

El director del MAZ agrega que la exhibición escultórica se acompaña por una muestra fotográfica de Javier Hinojosa, en la Sala Manuel Álvarez Bravo.
La exposición se inaugura esta noche, a las 20:30 horas, en el Andador 20 de Noviembre 166, en el Centro Histórico de Zapopan. La apertura estará acompañada por música a cargo de Volta y danza contemporánea con Anzar.
 
"A Javier Marín, el hombre no lo ha defraudado, lo esculpe con dolor, con admiración, con veneración, con un terrible amor por su estremecedora jerarquía llena de profunda savia, de compasión y de nobleza, de fuego y humanidad", Santiago Mutis D. (crítico de arte)

"La obra de Javier Marín tiene fuertes raíces en lo clásico, pero a la vez es una obra sumamente contemporánea. Nosotros podemos estar viendo una imagen totalmente renacentista, pero si analizamos el rostro, tiene rasgos indígenas que bien podrían pertenecer a cualquiera de nuestras culturas prehispánicas", Ricardo Duarte (director del MAZ)
 

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