Corte y queda en el GIFF

GUANAJUATO (31/JUL/2011).- Tierra de leyendas, donde los relatos ficticios se funden con la realidad, Guanajuato se resiste a ser visto sólo como una referencia del pasado. Sí, aquí comenzó la conspiración que llevaría a México a ser un país independiente. Sí, aquí chocaron ideales sistemas políticos liberales y conservadores.

Sí, aquí los bandos revolucionaron libraron cruentas batallas que definieron el rumbo de la contienda. Pero no todo está dicho sobre Guanajuato, un Estado y su capital que quieren seguir escribiendo historia de la mano del arte, la cultura y la innovación. El ejemplo lo ponen con el Festival Internacional de Cine, que hoy llega a su fin.

Las calles de la capital del Estado guanajuatense recuperan a partir de mañana ese silencio misterioso que envuelve a la ciudad constituida por caminos ensortijados, túneles que atraviesan las entrañas de montañas, casas construidas al filo de colinas y cuya posición reta la fuerza de la gravedad, puentes que se levantan para dividirse en dos o hasta en tres caminos y callejones que invitan al romance y a la reflexión.

Pero detrás de ese silencio quedan las estampas del festival, ese que nació llamándose Expresión en Corto y que sintió la necesidad de crecer. Queda su apertura en San Miguel de Allende con el homenaje Mario Almada y sus 70 años de carrera, queda su arranque espectacular en Guanajuato recordando a uno de sus hijos más destacados, Jorge Negrete, el “charro cantor” en el Centenario de su nacimiento; queda la sentida presentación de Fernando de la Mora, quien conmovió al público al abrir su corazón en el escenario; se queda dibujada la sonrisa irónica del director y fotógrafo Larrry Clark, para quien hacer cine sigue siendo un juego de niños; se queda la presencia de los luchadores y su regreso al cine, con un Octagón que se resiste a ser derrotado por su peor enemigo: el tiempo; quedan las noches de gala y alfombras rojas donde los artistas tuvieron la oportunidad de presumir sus mejores sonrisas y vestidos.

La fiesta fílmica de Guanajuato tuvo para todos, desde el mensaje de preocupación de Gerardo Naranjo que plasma en su película Miss Bala, hasta un ilusionado Billy Rovzar, quien lleva a su productora Lemon Films a explorar nuevos horizontes. Hubo espacio para el terror más siniestro con el Cine entre muertos, donde el Séptimo Arte convivió con criptas, tumbas y mausoleos.

La locura de Spencer Tunick y su irreverencia al retratar gente desnuda en la vía pública que sólo se puede comparar con la sonrisa de Isela Vega, quien al ser reconocida por el festival aseguró que su carrera ha marchado siempre por la delgada línea entre lo ficticio y la realidad.

Llegaron talentos lejanos como Bong Joon-Ho y Soyoung Kim, nacidos en Corea (invitado espacial del certamen)y cuya propuesta está llena de encuadres y tomas perfectas aderezadas con historias peculiares y mágicas.

También comenzaron a dar sus primeros pasos los talentos nuevos, como se vio en el tercer Rally universitario, llenos de jóvenes que sueñan con ser los próximos Cuarón, Iñárritu y del Toro.

Fue una misión cumplida para Sarah Hoch, la directora del festival. Guanajuato dice adiós hoy, con la esperanza de volver el próximo año y ¿por qué no? Seguir llenando su festival de fantásticos relatos, de esos que con el tiempo se vuelven leyenda.
FGR