Cierra La Lupita festival en Chapultepec

GUADALAJARA, JALISCO (11/SEP/2011).- Los nuevos al frente y los experimentados al final, y fue la legendaria Lupita la banda que se encargó de poner fin al maratón musical 212 RMX en Chapultepec, despidiéndose a las 02:00 horas de los 50 mil asistentes que reportaron las autoridades.

Ya entrada la noche seguía llegando gente a presenciar a bandas como Kinky, Azul Violeta, El Gran Silencio, Siddhartha, Sussie 4 y Disidente, que fueron las más concurridas y ovacionadas a pesar de que algunas tocaron simultáneamente en los diferentes escenarios ubicados sobre Chapultepec.

Si bien la fiesta que comenzó a las 16:00 horas con bandas de poco reconocimiento, actividades recreativas, exposiciones, vendimias y otras atracciones, transcurría con orden; una vez que el flujo de personas se intensificó hasta alcanzar los 50 mil, se presentaron algunos incidentes.

Al menos se registraron tres riñas de las cuales no resultaron lesionados ni detenidos, hubo personas molestas por la dificultad para transitar alrededor de los escenarios, que además se prestó para lanzar botellas con agua y latas, cayendo sobre los espectadores que resultaron sin lesiones graves.

Aun con los inconvenientes que trajo consigo la cantidad de gente, la mayoría disfrutaron de haberse apropiado de la calle para la fiesta musical, pues además podían decidir a cuál de los cuatro escenarios acercarse y ver a cualquiera de las 43 bandas que se hicieron escuchar a lo largo de 10 horas.

Una de las bandas que no se habían presentado en eventos de rock alternativo y electrónico y que además fue muy bien recibido fueron Los Ángeles Negros, quienes deleitaron con sus éxitos como Debut y despedida, Como quisiera y más, logrando congregar a personas adultas que antes no asistían.

Toda la avenida Chapultepec estuvo resguardada por elementos de la policía municipal y estatal, así como vigilada por Protección Civil del Estado, quienes retiraban a los jóvenes sus bebidas alcohólicas, pero que aun así se las ingeniaban para consumir.

Los jóvenes corrían de un escenario a otro, desde Avenida México hasta Niños Héroes, para alcanzar a sus bandas preferidas, y en el trayecto aprovechaban para comer, comprar souvenirs y ver en la calle espectáculos improvisados tanto musicales como artísticos.

Para evitar arriesgarse, negocios como tiendas de autoservicio y farmacias cerraron sus puertas y atendían desde una ventanilla, ocasionando largas filas para comprar, además de que en otros establecimientos aprovechaban la demanda para elevar los precios de las bebidas embotelladas.

A las 02:00 de la mañana se tocó la última canción en el escenario de Justo Sierra y los jóvenes comenzaron a esparcirse, no sin dejar a su paso una estela de basura que pronto los empleados del Ayuntamiento tapatío se dispusieron a recoger.

EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ