Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Luce un espectacular vestido de Armani en la boda religiosa

Charlene de Mónaco, deslumbrante en la boda real

Luce un espectacular vestido de Armani en la boda religiosa

Por: EL INFORMADOR

MÓNACO (02/JUL/2011).- Charlene de Mónaco, que ayer se casó por lo civil con el príncipe Alberto II, deslumbró hoy a su llegada a la Plaza del Palacio principesco acompañada de su padre, Michael Kenneth Wittstock, para celebrar su ceremonia religiosa.

La excampeona sudafricana de natación llevaba un traje firmado por el modisto italiano Giorgio Armani, que según fuentes de Palacio, ha necesitado más de dos mil 500 horas de trabajo y está adornado con 40 mil cristales Swarosky y con 30 mil perlas doradas.

El príncipe Alberto II y la princesa Charlene de  Mónaco contrajeron matrimonio religioso este sábado en el Palacio, ante cientos  de miembros de la realeza, jefes de Estado y celebridades del deporte y la moda.

El enlace religioso de Alberto II y la ex campeona de natación, que se  casaron por lo civil el viernes, se celebra al aire libre, en el patio de honor  del palacio, y no en la catedral donde se casaron los padres de Alberto,  Rainiero y Grace Kelly, en 1956.

Rubia, alta, de ojos azules y sonrisa tímida, Wittstock conoció a su ahora esposo hace diez años en Mónaco, donde participó en una competencia  internacional de natación.

Los príncipes Alberto II y Charlene de Mónaco se dieron un "baño popular" tras la celebración de su boda religiosa, con un recorrido por lugares emblemáticos del Principado hasta la iglesia en el que la novia depositó su ramo.

La pareja salió de Palacio hacia las 16:30 GMT, cuando terminó su enlace, y en un descapotable, un Lexus LS 600h Landaulet concebido para la ocasión, se dirigieron hasta la capilla de Santa Devota, la misma en la que hace 55 años la fallecida Grace entregó su ramo tras su boda con Rainiero III.

La ceremonia religiosa no se había caracterizado por el intercambio de miradas o comentarios cómplices entre la pareja, sino por la seriedad del nuevo matrimonio, con momentos de distensión escasos y puntuales, como cuando la soprano sudafricana Pumeza Matshikiza cantó justo después del intercambio de alianzas.

No obstante, una vez dentro de la capilla, mientras la soprano Marie-Clotilde Würz-De Baets, y su hija, de once años, entonaban un canto a la Virgen, la princesa cedió a la presión y emoción del momento y derramó algunas lágrimas.

La pareja había llegado a ese lugar apenas diez minutos después de salir de la plaza de Palacio y seguía acompañada por las siete damas de honor, representantes del Principado y de seis municipios colindantes.

La gente, no demasiado numerosa, saludó a la pareja durante el trayecto ondeando banderas monegascas y sudafricanas, tras lo cual los novios volvieron de nuevo a Palacio para hacerse los retratos oficiales y dirigirse posteriormente a la Ópera Garnier en la que tendrá lugar la cena oficial.

 "Fue muy elegante, muy conmovedor", dijo a la televisión la supermodelo Naomi Campbell, que llevaba un vestido verde pálido con un hombro al descubierto.

Tras intercambiar los votos, Alberto le guiñó un ojo a su esposa, quien sonrió tímidamente. Sentados en los escalones rojos aterciopelados, se dieron la mano mientras un cantante sudafricano cantó Click Song, famosa por la difunta Miriam Makeba.

La maldición de Los Grimaldi


La boda es la primera de un príncipe gobernante de Mónaco desde que su padre, el príncipe Rainiero III, se casó con la estrella de Hollywood Grace Kelly en 1956. Rainiero transformó Mónaco de un marchito centro de apuestas a un paraíso para millonarios, utilizando su matrimonio con Kelly para infundirle el glamour de las estrellas de cine al pequeño principado

La muerte de ella en un accidente de coche en 1982 reavivó los rumores de la legendaria maldición del siglo XIII de su dinastía, los Grimaldi, que ha perseguido a su familia durante los siete siglos de gobierno. Según la leyenda, una mujer flamenca violada por un Grimaldi maldijo por toda la eternidad a la familia, diciendo que jamás podrían encontrar felicidad en el matrimonio.

Carolina y Estefanía han tenido varios matrimonios importantes y desastrosos. El propio Alberto ha estado relacionado con diversas modelos y actrices, y ha admitido que es padre de dos hijos ilegítimos.

Hace unos pocos días hubo rumores de descontento que amenazaron con aguar la fiesta.

El Palacio negó rotundamente una noticia en la publicación francesa L'Express acerca de que Wittstock intentó escapar de la ciudad en un vuelo a Sudáfrica y que se necesitó una "infinita persuasión" por parte del príncipe y de su entorno para hacerla cambiar de opinión.

Con información de EFE y REUTERS

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