El desfile impactó a muchos, incluyendo a asiduos a Chanel como la modelo Cara Delevingne, la cantante Vanessa Paradis y la tenista Maria Sharapova. Los invitados no podían creer lo que veían al entrar a una de las muestras más ambiciosas de Lagerfeld.Jóvenes japoneses aficionados a la moda se empujaban para tomarse fotos junto a una pantalla electrónica de información para pasajeros. Había recepcionistas en escritorios para documentar equipaje en "Chanel Airlines" y sillas de sala de espera de aeropuerto repartidas por los cientos de metros.Los destinos en la pantalla, Shanghai, Dallas, Salzburgo, Dubái y Tokio, coincidían con las ciudades en las que Chanel ha presentado recientemente sus colecciones, lo que subraya el carácter internacional de una de las marcas de lujo más lucrativas del mundo.El desfile se realizó en la Terminal No. 5, el mismo número del famoso perfume de la casa."La inspiración son los viajes, viajes de gran distancia a todos los destinos", dijo Lagerfeld mientras tomaba agua mineral servida en bandeja de plata.Y en efecto, sus 95 modelos de confección transitaban en el mundo de los viajes, con suéteres azules, rojos y blancos sobre los hombros, vestidos estampados con información de pasajeros y faldas de corte A, sandalias cómodas y portafolios de Chanel adornados con brillantes, que seguramente "volarán" de las tiendas.También hubo jeans de estilo años 70 que Lagerfeld dijo después que estaban hechos con un crepé exorbitantemente costoso."Me gusta la idea de ropa hermosamente confeccionada que se puede usar y portar como ropa callejera", explicó.Lagerfeld defendió su decisión de presentar un desfile con temática aeronáutica en París cuando a pocos kilómetros sindicalistas gritando "¡Desnúdenlos! ¡Desnúdenlos!" rompieron el martes los sacos y las camisas de dos ejecutivos de Air France en medio de una disputa laboral violenta."Estos desfiles se planean con seis meses de antelación ... (Chanel) puede ser un oráculo de los tiempos, pero se necesitan meses y meses, no 24 horas", dijo.Las imágenes de los ejecutivos sin camisa le dieron la vuelta al mundo."Esa no es una imagen muy color de rosa de Francia", agregó Lagerfeld.En las pasarelas de París ha habido varias siluetas inspiradas en el deporte y Sharapova compartió su opinión al respecto."Me gusta seguir la moda y me he dado cuenta de esta tendencia. Chanel tiene muchos modelos en la pasarela con influencia deportiva. Me encanta", dijo la tenista de 28 años, quien llevaba un sombrero de ala ancha de Chanel."La moda se trata de expresar tu individualidad, no hay algo correcto o incorrecto", agregó.Por su parte, los diseñadores de Valentino Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli crearon un universo encantador de vestidos de gala con cuello alto que parecían influidos por las etnias centroeuropeas.Esta ha sido una de sus colecciones de confección más sólidas hasta la fecha.Broches, cuentas y plumas subrayaban sensualmente los cuellos en vestidos que llegaban al talón o eran mini, con cada detalle ejecutado a la perfección. Sandalias romanas con cintas cruzadas hasta el tobillo y mangas adornadas con paneles multicolores y flequillos delicados recordaban a la región de Tirol en Austria.Un vestido azafrán irrumpió como un destello en las tonalidades oscuras que llevaron a la casa a una dirección sensual e inquietante. Un abrigo negro con toques étnicos pasó brillando como petróleo.
