Celso Piña y su acordeón se presentaron en el Teatro de la Ciudad

CIUDAD DE MÉXICO (10/NOV/2011).- Celso Piña y su inseparable acordeón armaron la noche de este miércoles en el Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris" una gran fiesta de alegría y emociones.

La presentación del músico se efectuó en el marco de la apertura de la Sexta Muestra de Artes Escénicas de la Ciudad de México.

Pero su intervención en la que destacó la importancia y preocupación del Gobierno del Distrito Federal (GDF) por impulsar la cultura fue interpelada por una persona que intentó disuadirla; sin embargo, la funcionaria subrayó que la contribución de este mandato por difundir la cultura en la capital del país, ha sido fundamental.

Pasado el imprevisto, vestido con sus tradicionales camisas de colores chillantes y estampados tropicales, Celso invitó a disfrutar de la noche, a gozar con sus interpretaciones.

Y no lo dijo dos veces, la audiencia se contagió de sus ganas, de su entusiasmo y en el recinto muchos se pusieron a bailar en los pasillos. Tenían ganas de olvidar los problemas cotidianos y soltarse el pelo.

Fue así que la escenografía a sus espaldas, palmeras "borrachas" de sol, parecieron moverse al compás de los ritmos impuestos por "El Rebelde del Acordeón".

Temas norteños, sonideros, ska, reggae, rap y hasta hip hop inundaron con sus notas el teatro de Donceles, en el Centro Histórico de la capital del país, que adentro vivía una gran fiesta.

Fue "Cumbia de mi tierra", una pieza sabrosa, rítmica, la que invitó a que los asistentes dejaran sus asientos. Al conjuro respondió una joven pareja que se levantó de su butaca para comenzar a bailar en el pasillo.

Su ejemplo fue imitado por muchas más parejas que eufóricas se dejaron seducir por el ritmo cadencioso de la cumbia vallenata.

Celso hizo un breve receso para comentar la Sexta Muestra de Artes Escénicas, expresando su emoción por haber sido el artista en la apertura.

En el repertorio del artista hubo muchos éxitos de su carrera discográfica, como "Cumbia sobre el río", "Ramita de Siriguaya", "El tren", "Macondo" (dedicada al Nobel de Literatura Gabriel García Márquez) y "Sonidero nacional".

Incluyó en su "set list" de esta ocasión clásicos como "Ronda tocando", "Cumbia sampuesana", "Comandante Che Guevara", "Aunque no sea conmigo", "Cumbia cienaguera" y "El porro maconseleño", entre muchas más que llevaron ríos de alegría.

Cabe destacar que esto provocó se desbordaran las emociones de dos chavos del público, que como osados espontáneos se lanzaron a bailar en el escenario.

Celso Piña les preguntó: "¿Se la saben?. Pues ándale, súbete", al tocar su exitosa "Cumbia poder".

El intérprete del vallenato aceptó un paliacate negro que le entregó una bella jovencita que bailaba al pie del escenario; otra más subió a bailarle de forma muy sensual a "El Rebelde del Acordeón".

Durante su actuación, Celso mencionó a varios colegas que han sido parte de sus experiencias musicales, como Alex Lora, el Grupo Inspector y Café Tacvba, entre otras, durante sus tocadas en Monterrey.

Luego de hora y media de concierto, regresó en una ocasión sólo para complacer a su público que le pedía la clásica "Cumbia sobre el río".