Catherine Zeta-Jones, belleza sin miedo al tiempo

ESTADOS UNIDOS.- La anécdota es como de película.  Hace tres años Catherine Zeta-Jones cocinó y atendió personalmente las mesas de un lujoso restaurante en Manhattan. Lo hizo tan bien que ningún comensal lo notó. “Se parece usted a Catherine Zeta-Jones”, le comentaban algunos. “Sí, suelen decírmelo”, era la respuesta de la supuesta camarera.

Catherine, nacida en galesa hace 39 años, estaba preparándose para la actuación de su personaje en la película Sin reservas, que en las pantallas nacionales tuvo una regular aceptación entre el público.
Pero la vida da muchas vueltas. La esposa del también actor Michael Douglas, de 64 años, es considerada una de las mujeres más bellas del mundo. Además, adora México después de haber filmado aquí las dos entregas de las películas de El Zorro.

En la película que se estrena mañana, Mi segunda vez, interpreta a una mujer madura quien, después de descubrir la infidelidad de su marido, toma la desición mudarse junto con sus hijos a la ciudad de Nueva York. Es entonces que conoce a Aram (Justin Bartha), un joven de 25 años que se ofrece como niñero de sus hijos.
Tras convivir día a día, Sandy encuentra en Aram una segunda oportunidad de amar a pesar de la diferencia de edades.

Contra los obstáculos
Pero no todo se le ha dado tan fácil en las últimas fechas a Zeta-Jones. Por ejemplo, a lo largo del rodaje de Mi segunda vez, se difundieron unas imágenes que la dejaron mal parada.

La ganadora del Oscar 2003 por Mejor actriz de reparto por el musical Chicago lucía una inusual delgadez, especialmente de la cintura para abajo. Nada que ver con la nominación de mujer sexy que por dos años consecutivos (2005 y 2006) le dio la influyente revista FMH. Unos días después se defendió diciendo que no era perfecta como algunos pensaban. Que en el cine siempre tenía como apoyo a los directores de fotografía y a los iluminadores. “También soy mucho más tímida de lo que casi toda la gente suele pensar”, indicó en aquella ocasión.

a pesar de esto, el año pasado volvió por sus laureles. Se realizó una encuesta entre 8 mil mujeres de diferentes capitales del mundo y fue elegida como la mujer más bella de todos los tiempos, seguida de Gisele Bündchen y la leyenda Brigitte Bardot.

Una carrera en crecimiento
En 1990 hizo su debut en el mundo del cine con Las mil y una noches, del director francés Philippe de Broca. Sin embargo, fue hasta siete años después, con La máscara del Zorro, que obtuvo reconocimiento internacional.
Bueno, en casi todos los lugares.  “Cuando fui a Gales, fui a un bar, a ver a todos con los que fui a la escuela; entonces me preguntaron qué hacía en ese momento. Entonces les dije que una película con Antonio Banderas y Anthony Hopkins. Y la repuesta fue: ‘oh, muy bien’. Y eso fue todo”, recordó en una entrevista.

Cosa curiosa. Precisamente el filme del héroe enmascarado le dio la imagen de saber español, idioma del que sabe algo.

A nivel mundial su nombre comenzó a pesar. Más por saber que era la esposa de Douglas, quien le lleva 15 años. Claro, a ella no le importa. Y ha dicho que desde que lo vio, lo consideró el amor de su vida.
Cuando no trabaja, Catherine se dedica en cuerpo y alma a sus dos hijos, Dylan Michael y Carys Zeta, de nueve y seis años de edad, respectivamente.

Hace poco se publicó que la estrella y su marido ingresan más de 170 millones de dólares anuales (unos 2 mil 200 millones de pesos), lo que les convierte en una de las parejas más ricas de Hollywood. Viven con sus hijos entre Mallorca y las Bermudas, pero tienen casas en Gales, Los Ángeles, Nueva York, Vancouver ¿algo más?
Catherine concluye: “Para que el matrimonio sea un éxito, cada mujer y cada hombre deben tener su propio cuarto de baño”.