Capadocia, dolor al descubierto

GUADALAJARA, JALISCO (19/SEP/2010).- Capadocia era, en teoría, una cárcel que tendría que ser la primera de un nuevo modelo de readaptación social femenil. El lugar donde mujeres que se desviaron en el camino podrían encontrar la redención y quizá una segunda oportunidad. Pero lejos de eso, la realidad dice que la prisión se ha vuelto un abismo de maldad y odio, una auténtica sucursal del infierno que consume la voluntad y nobleza de todo aquel que ose aproximarse a sus muros.

Con un elenco que sonaría complicado de reunir incluso en una película, ya no se diga en televisión, Capadocia estrena hoy por la noche a través de la señal de HBO el primer episodio de su segunda temporada, mucho más ambiciosa que la primera y donde los productores han hecho la promesa de escarbar hasta el fondo en la psique femenina.

Ana de la Reguera, Cecilia Suárez, Nailea Norvind, Juan Manuel Bernal, Paulina Gaytán, Sara Maldonado y Marimar Vega son algunos de los miembros del elenco estelar, reunidos bajo la mirada de Epigmenio Ibarra, “la mente maestra” detrás del concepto de Capadocia.

Ibarra es un viejo conocido en la industria del entretenimiento gracias a su trabajo en Argos, que durante la década de los años noventa dio varios “campanazos” al lado de TV Azteca con melodramas como Mirada de mujer, Nada personal y El amor de mi vida.

Revolucionario de la televisión en su momento y firme en la silla de productor, Ibarra garantiza que con la segunda temporada de Capadocia no dejará a nadie indiferente.

Hasta el fondo

Epigmenio Ibarra rara vez está sin hacer nada. Durante el encuentro con los medios garabatea algunas palabras y dibujos en un cuaderno, mientras explica las diferencias entre la primera temporada de Capadocia y la fase que arranca esta noche: “Básicamente lo que vamos a ver es una profundización de la apuesta de la primera temporada, en el sentido de que hay más madurez en los guionistas y directores, hay más certeza y profundidad en cómo se despliegan los personajes y hay un abanico de nuevos casos, además del talento que se incorpora y que fue elegido con el máximo rigor. Todo esto aderezado con un incremento en el valor de la producción, repartido a lo largo y ancho de la serie”.

Epigmenio avisa que lo que se verá en pantalla transitará sobre la delgada línea que divide a la ficción de la realidad. “A nosotros lo que ocurre en el día a día, ‘la  realidad’ como tal, nos sirve de materia prima para crear personajes de ficción que sean entrañables, verdaderos y que comuniquen un drama intenso”.

Algunas cosas se van y otras vuelven en la nueva andanada de capítulos. Ana de la Reguera llevará su papel de Lorena por un camino escabroso y Cecilia Suárez “vuelve” a la vida, con un nuevo papel tras la muerte de La Bambi: La psicóloga llamada Valeria. “A lo largo de los 13 episodios que componen la segunda temporada vamos a vivir el drama al que se enfrentan estas mujeres en esta cárcel, que es una isla a la deriva en un país a la deriva”, remarca Ibarra.

La mancuerna perfecta

Realizada con un alto nivel técnico, Capadocia es una serie que se cuece a fuego lento y que vive lejos de los plazos que impone la televisión comercial, como lo explica el productor. “Fueron cinco meses de filmación y nueve de posproducción. Es un proceso que toma mucho tiempo y mucha dedicación. Nos gastamos mil 400 latas de película, para dar una idea de la magnitud que requirió su realización.

Ibarra reconoce que no ve a Capadocia en la televisión abierta, pues la serie no está diseñada por su contenido (que tiene escenas violentas y diálogos polémicos) ni por su formato (no cuenta con espacio para cortes comerciales). Por eso, agradece la sinergía que se formó entre Argos y HBO, o como a él le gusta llamarlo: El atrevido y el libre. “Hay un elemento central de HBO: La libertad. A Argos nos caracteriza el ser atrevidos, y creo que por eso hemos hecho una mancuerna casi perfecta”.

Sin límites, ni ataduras, la serie llega a su segunda temporada lista para despejar la gran duda: ¿Es posible la redención en Capadocia, la sucursal del infierno?

''La cárcel es un pretexto para sondear a profundidad el alma. Veremos una situación terriblemente parecida a la que vivimos en México ''
Epigmenio Ibarra, productor