Cambian las heroínas de la pantalla

MÉXICO (25/JUN/2010).- Expertos y actores hablan sobre el auge de las producciones donde se deja de lado la frágil figura femenina y el alto índice de personajes fuertes en las nuevas propuestas. Dicen que más que apología es reflejo de la realidad. La actriz Patricia Manterola encabeza la segunda temporada de El cártel, donde protagonizará a una mujer relacionada con un narcotraficante.

En la historia de, la mujer luce dos cosas: un elegante vestido de noche y un cuerpo que invita a la lujuria. Las curvas de sus piernas son exactas y su manera de caminar asemeja a una modelo de pasarela. Pero hay un detalle: debajo de ese vestido se esconde una escuadra. Y debajo de ese cuerpo bien torneado esconde su verdadera profesión: mujer del narco.

Este personaje de ficción (que parece espejo de la realidad) será interpretado por Patricia Manterola en la segunda temporada de la serie colombiana El cártel, donde encarnará a una mujer líder de un grupo de narcotraficantes.

El tema del narcotráfico permeó en las historias de televisión y en el melodrama, especialmente en la telenovela. Aquellas historias rosas de la mujer pobre que se casa con el hombre honesto y millonario han cedido algunos espacios a temáticas diferentes. Todas ellas ofrecen una mirada a la realidad latinoamericana.

Las historias que reflejan el mundo del tráfico de drogas iniciaron en Colombia; ahora países como México y Estados Unidos comienzan a retratar este mundo.

Telemundo (en Miami) iniciará grabaciones a finales de año de La reina del sur, inspirada en la novela del escritor Arturo Pérez-Reverte sobre Teresa Mendoza, una mujer sinaloense que se traslada a España para tejer sus redes de contrabando en ese país.

Kate del Castillo será la protagonista. “Interpretar a Teresa Mendoza es un sueño hecho realidad. Un personaje dibujado con la maestría de Arturo Pérez-Reverte es una oportunidad interpretativa única”, escribió en su Twitter.


El rating manda

La serie colombiana El Capo, de Gustavo Bolívar, marcó récord de audiencia en el canal Telefutura de Estados Unidos. Bolívar es también autor del libro Sin tetas no hay paraíso y quien adaptó los libretos de la famosa telenovela homónima, la cual cuenta la vida de un grupo de mujeres adolescentes pobres que se someten a cirugías para que los hombres del narco se fijen en ellas.

Bolívar asegura que el género narconovela existe y fue su obra la que marcó un antes y después en la televisión: “Sin tetas... fue la novela que empezó a convulsionar el panorama de la novela latinoamericana. Al notar el éxito, muchos canales se lanzaron a armar proyectos relacionados en el tema y el resultado ha sido un aumento considerable del rating en todos los países”.

El escritor expone que esto ha afectado los paradigmas del melodrama tradicional, porque la gente estaba cansada de ver novelas de las que se sabía en qué iba a terminar desde el primer capítulo. “Estamos asistiendo al sepelio del esquema de la Cenicienta, al menos por un buen tiempo”.

En 1997 se publicó en Colombia una ley para que las televisoras dejaran de transmitir contenido violento. Fue así que los temas sobre el narco se mudaron a tele restringida. Al ver que el éxito era rotundo, se decidió transmitirlas de nuevo por señal abierta y luego fueron exportadas a Venezuela y México.


Nuevos esquemas

La actriz Michelle Manterola tiene en sus manos dignificar a la policía en la segunda temporada de la serie El cártel, la cual gira en torno a Andrés López , un ex integrante del cártel norte del valle, que en la década pasada tuvo gran influencia en Colombia. Será un agente de la DEA encubierta: “Las narconovelas muestran una realidad triste, pero desgraciadamente ocurre en nuestros países. Creo que lo mas importante es que muestren que el resultado del narcotráfico siempre es muerte, cárcel o destrucción”, señala.

Su hermana Patricia Manterola es Andrea Negrete en la misma serie y su caso tiene similitudes con el de la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia, conocida como “La miss narco”, detenida el 26 de mayo en Argentina acusada de liderar una banda de mujeres bellas que traficaban cocaína a Europa.

“En las noticias vemos que mujeres también están involucradas en esa problemática y como actores le demos vida a esa realidad”, menciona la actriz.

Hoy en día el estereotipo de la telenovela ha cambiado; la típica protagonista que sufre por el amor y la villana que la hace sufrir ya no existen. El rol ha cambiado, las mujeres son heroínas defendiendo lo suyo sin importar a quién tengan que eliminar”.