Calle 13 y Molotov cierran ''Rock x la vida''

ZAPOPAN, JALISCO (01/NOV/2010).- Que Rock x la vida se convierta en un festival musical memorable será cuestión de tiempo, primero porque lo que necesitará para que logre arraigarse ente los patrocinadores que se han ido sumando al encuentro musical, como ya ha sucedido con el público que durante cuatro años ha asistido a la convocatoria.

Segundo, porque el sábado fue el tiempo el peor enemigo del concierto celebrado en el Foro Alterno. Los retrasos, presentaciones recortadas y cambios en el programa se convirtieron en la constante del show que debía concluir poco después de la medianoche y terminó por extenderse más allá de las dos de la mañana de ayer domingo.

Sobre el escenario no quedó duda de la entrega de las bandas. El tributo a Gustavo Cerati cumplió al unir al público con temas como De música ligera, Persiana Americana, Cuando pase el temblor y Deja Vú.

Tras esto llegó el turno de Fobia, banda comandada por Leonardo de Lozanne que apareció a las 21:00 horas en el escenario dispuesta a entregar lo mejor de su repertorio, además de anunciar que está dando los últimos detalles de lo que será su próximo disco.

Dos corazones, Revolución, Microbito, El diablo y No eres yo formaron parte del set de 50 minutos que presentó la escuadra roquera, que se despidió del escenario agradeciendo la invitación al festival, que busca crear consciencia en la juventud sobre los problemas referentes a la depresión, las adicciones y cómo superarlos para prevenir el suicidio.

Sonido internacional

La banda británica Unkle se encargó de darle el toque anglosajón al festejo. Precedidos por una fama que los ha llevado a ser considerados como músico de culto en Europa y Estados Unidos, el grupo encabezado por James Lavelle se mostró sorprendido por la entrega de los fanáticos reunidos en el Foro, inclusivo mencionaron que “nos da gusto estar al fin en Guadalajara. Queremos que sepan que esta noche es inolvidable y esperamos volver el próximo año, y cuando así sea, queremos volver a verlos a cada uno de ustedes, para celebrar de nuevo”.

Una vez que Unkle terminó su intervención apareció en el escenario Gil Cerezo, vocalista de Kinky, quien realizó una mezcla musical de grandes éxitos que fue recibida de forma regular. Y es que tras seis horas de concierto donde prevaleció el Sol y el polvo, la llegada de la noche fue un alivio, aunque el retraso en el programa comenzó a provocar los primeros silbidos de apuro por parte del respetable.

Una vez concluida la hora del mix sonoro de Cerezo, llegó el turno para Calle 13 y entonces sí, a desatar la locura total.
Demasiado grande

La banda puertoriqueña, con René Pérez “Residente” a la cabeza, apareció rebasada la medianoche en el escenario del Foro Alterno y de inmediato levantó el ánimo de la agotada concurrencia, quienes ya habían visto desfilar a Ely Guerra, Los Impostor, Los Odio y Pito Pérez, entre otros. No hay nadie como tú, Mira los aburridos, Ven y critícame, Pal Norte y Vamos a portarnos mal fueron algunas de las canciones que le cambiaron la cara musical a Rock x la vida, que de repente se vio invadida por la adrenalina urbana de Calle 13.

Durante el show René Pérez aprovechó para lanzar consignas contra la gobernadora del Estado de Arizona, Jan Brewer, cuya política migratoria tachó de “racista”. Residente también subió al escenario a un fanático que le estaba haciendo señas obscenas y lejos de reprenderlo lo felicitó por hacer uso de su libertad de expresión, pues “en este show no reprimimos ni censuramos a nadie”.

Pero Calle 13 encontró pronto en el tiempo y la mala organización a su peor enemigo. Residente se quejó tras terminar Pal Norte que “lo estaba apurando con el reloj en la mano”. Incluso antes de terminar su intervención  con Fiesta de locos señaló que a la banda le habían cortado la luz para que no siguieran tocando.

En su Twitter, Calle 13 agradeció al público y señaló que en su próxima visita a la Perla Tapatía ofrecerán un show que dure el triple de tiempo. En punto de las dos de la mañana Molotov saltó al escenario durante casi una hora, con su irreverencia usual, para dar por terminado el encuentro musical.

EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ