Sábado, 30 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Regresa el mito

Caifanes, desde el corazón

Saúl Hernández recuerda glorias y sinsabores en los años dorados de la agrupación, los que significaron aprendizaje en su carrera

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (03/AGO/2011).- Hace 16 años fue la última vez que la agrupación Caifanes pisó suelo tapatío. El tiempo hizo su trabajo. Luego de una estruendosa separación y un reencuentro que agotó las localidades del Foro Sol en el marco del Vive Latino en abril pasado, la banda liderada por Saúl Hernández regresa, ahora al escenario de la Arena VFG, el próximo 8 de octubre.

El pasado 11 de abril fue decisivo para Alfonso André, Sabo Romo, Alejandro Marcovich y Saúl Hernández quienes revivieron el espíritu de Caifanes en escena. A partir de entonces empezó a cocinarse la gira que sus seguidores habían esperado por años y que para algunos parecía increíble, después de los disgustos entre Hernández y Marcovich.

Caifanes, la banda que lideró el rock mexicano de las segunda mitad de los ochenta y el primer lustro de la década de los noventa, abrió paso a otras agrupaciones mexicanas como Cuca, La Maldita Vecindad, Fobia y La Lupita, entre otras.

Los cuatro álbumes que grabaron en estudio son considerados clásicos del rock mexicano: Caifanes, Caifanes Volumen II, mejor conocido como “El diablito”, El silencio y El nervio del volcán, acompañaron a generaciones que ahora tendrán la oportunidad de recordar las letras de las canciones que algunas vez hicieron cimbrar la Concha Acústica del Parque Agua Azul y El Roxy.

Saúl Hernández recuerda la primera vez que tocó en Guadalajara. En el Estadio Jalisco Caifanes fue telonero de Rod Stewart, el primer concierto masivo en el que se escucharon sus canciones. Pero una de las frases de Saúl en contra del malinchismo les valió no volver a tocar en un estadio en Jalisco, asegura el vocalista. “Qué bueno que estemos con Rod Stewart, pero ojalá y algún día podamos ver algún grupo nacional así”, declaración que en su momento fue malinterpretada.

Que los conjuntos de rock mexicano deberían de luchar por tener las mismas oportunidades de presentarse en los grandes escenarios era el mensaje que quería transmitir en aquel entonces. Saúl Hernández explica que no era nada en contra de Rod Stewart ni de la música extranjera, sino que era en contra del hecho de que los grupos mexicanos no tenían los mismos espacios para su difusión que las bandas internacionales que visitaban nuestro país.

El líder de la agrupación expresa con nostalgia que no es fácil desprenderse de las vivencias que tuvo con Caifanes en la década de los años ochenta. “Creo que cada generación está marcada por su momento y por su cultura. A nosotros nos tocó vivir la época Caifanes con muchas bandas. Creo que eso no pasa tanto ahora, como que los grupos están aislados”.

Hernández expone que uno de los grandes cambios que les tocó enfrentar fue el ideológico, cuando se pensaba que el rock era algo callejero, sin sentido, vulgar y del gusto de gente que consumía drogas. “Nosotros y muchos grupos enfrentamos esa situación. Antes que nada hay respeto. Esa actitud de revalorizar tu trabajo, de enfrentar tus vivencias y tu filosofía, siguen siendo fuertes para  mí, lo aprendí no sólo en los ochentas, sino en los setentas, cuando empecé a tocar. Finalmente Caifanes se formó porque queríamos ser libres de hacer la música que queríamos”. 

Independiente de la distancia que tuvo con Sabo por diferencias que parecían irremediables, Saúl comenta que los intereses de cada uno de los integrantes por desarrollar su propio camino fue otra de las razones para que esta legendaria banda no volviera a reencontrarse con la alineación que permaneció junta durante ocho años. “Caifanes no se había juntado porque teníamos que hacerlo, quizás no queríamos hacerlo tampoco. La vida da sorpresas y golpes celestiales que te reubican en los caminos. “Hay algo más importante que todo y se llama corazón, es lo que nos lleva a hacer lo que estamos haciendo”, explica Saúl con un tono reflexivo.

— ¿Cómo ves al México de hace 15 años en comparación al de hoy?
— Todo lo que pasaba tenía una razón, una causa. Caifanes, Maldita Vecindad, Botellita de Jerez y otros fuimos la última generación del subterráneo. La búsqueda y conquista de espacios fue algo muy impresionante. Todavía existía esto de proteger nuestros territorios, de luchar por los espacios y por tu filosofía, lo que generaba un ambiente distinto en el lenguaje del rock, en las intenciones, en el discurso y en las letras.

— ¿Qué temas te preocupan del México actual?
 — Esta corrupción tan grande que hay en el país. La falta de responsabilidad de la sociedad lleva a un descontrol. Siento que somos como una luz de bengala que sus lucecitas alumbran para todos lados. Necesitamos una luz que alumbre a una sola dirección.

— ¿Te acuerdas de El Roxy?
— Claro, ahí tocamos. Era un templo sagrado de la música de los mortales allá en Guanatos. Era nuestro lugar. Ahora que se reabre me parece formidable. Es uno de los espacios que tenemos que proteger, la música fue uno de los elementos que lo protegió. Este lugar tiene sangre y le palpita el corazón. Que se vuelva a reabrir como sea me parece formidable.­

''Hay algo más importante que todo y se llama corazón, es lo que nos lleva a hacer lo que estamos haciendo'', Saúl Hernández, músico.

EL INFORMADOR/ FABIÁN RAMÍREZ

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