Café Tacvba, 20 años después

GUADALAJARA, JALISCO.- ¿Cuál es el secreto para conservar un café fresco? Algunos podrían decir que depende del ambiente, el cuerpo, el recipiente o simplemente el gusto del consumidor. Para la banda capitalina Café Tacvba, la fórmula está en la admiración que los integrantes han desarrollado entre sí, la paciencia y la honestidad. Primero amigos, luego músicos, ése es el secreto.
Café Tacvba llega a 20 años de trayectoria donde hay espacio de sobra para las anécdotas, pero también para los planes. El grupo es reacio a quedarse anclado en el pasado.

No vislumbran el retiro o la desintegración, y al contrario, llegan a esta celebración más sólidos, con una gira que tocará escenarios internacionales pero pondrá énfasis en las ciudades de México, especialmente Guadalajara, con la que la banda mantiene una relación que califican cómo “apasionada”.

Entrevistado desde la Ciudad de México, Joselo, guitarrista del conjunto, hace un repaso del significado de la fama, las críticas, la música y los sueños en el trayecto del cuarteto capitalino, y adelanta en exclusiva para EL INFORMADOR cuáles serán los siguiente pasos que se abren para seguir sirviendo bien fresco el Café Tacvba en cada concierto.

20 años se dice fácil, pero vivirlos es otra cosa, ¿Qué aprendió la banda en este tiempo?
“Lo que rescato de estos años es la parte de conocernos, yo admiro a mis compañeros, y creo que es algo importante que quede asentado. El hecho de durar 20 años es porque sigo admirando la forma en que cada uno de ellos trabaja, propone, toca y se presenta en el escenario y ante la vida en general”.

Qué Café Tacvba sea “familia” también pude tener sus contras ¿no?
“Sabemos que la convivencia puede minar un poco la amistad o hacer estragos en miles de cosas, pero la admiración es algo más fuerte y claro, creo que es algo que hemos tratado de hacer en los momentos difíciles. En los momentos ‘fáciles’ es más fácil llevarse bien, ¿no? (risas)”

Se alaba mucho que el cuarteto sepa reinventarse en cada disco, ¿es fácil?
“Hemos notado que es mucho más fácil cambiar que permanecer. Va cambiando el interés de hacer cierto tipo de música, y si ya intentamos algo, ¿para qué repetirlo? Está mejor hacer otras cosas que lo mismo siempre. Dentro del grupo habrá elementos más arriesgados y otros más tranquilos y menos dados al cambio, pero juntos, los cuatro, es como se da este cambio y evolución”.

Jugando un poco con las posibilidades, si pudieras volver al pasado, ¿cambiarías alguna de las canciones que han hecho?
“Siempre está esa tentación. Sería increíble poder regresar y hacer otras cosas, pero pues no se puede (risas). Parte del encanto de escuchar una obra es apreciarla tal cual fue escrita en su momento. Yo no quisiera retocar canciones de un disco que ya cerré, para eso sirven los nuevos trabajos, donde podemos hacer las cosas como las estamos pensando en este momento”.

¿Llegan a ser un factor importante los fanáticos o la disquera al momento de crear un nuevo disco?
“Suena un poco egoísta, pero cuando nos encerramos en un estudio para trabajar en el nuevo disco no estamos pensando en el fan, ni en los familiares, ni en la disquera, ni en nadie. De repente nos volvemos egoístas, y ni modo, en ese momento somos nosotros cuatro nada más. Hay gente que llega y nos dice ‘¿porqué no hacen esto, o esto repiten esta fórmula que gustaba más?’, ¡pues porque no podemos! Creo que la gente espera que seamos más honestos con lo que hacemos”.

Con “Sino”, su más reciente disco, hubo de arranque críticas muy duras, pero con el paso del tiempo llegaron las alabanzas y todavía sigue su rotación comercial en el radio, ¿les sorprendió ese vuelco?
“Como todo, hay que darle escuchadas, dejar que el disco (Sino) esté allí y se escuche varias veces. El tiempo es lo que decide si una obra es mejor que otra. Si veo una reseña mala digo ‘ah, bueno, a lo mejor en el momento no le gustó, quizá cambie de opinión o no’ y ya. Tomárselo muy en serio no es saludable. A las bandas nuevas trato de decirles eso, ‘no se dejen influenciar por lo que les digan de manera inmediata. Hay que aguantar un poquito y ver qué pasa’”.

El concepto de privilegiar a la música sobre el gusto del “fan” ¿funciona siempre?
“Nos hemos dado cuenta que de repente hay cosas que al público no le gustan, lo aprendimos muy rápido. Justamente cuando sacamos el disco Re, la primera semana que salió nos fue muy mal, decían que ‘a Café Tacvba se le acabó la iniciativa’, ‘puras canciones de relleno’, la muerte de la banda’. De hecho fuimos a Guadalajara, tocamos y nos bajaron del escenario porque nosotros queríamos tocar canciones de Re y la gente quería otra cosa, y ni modo, tuvimos que dejar el escenario y tardamos un rato en volver a la ciudad (risas)”.

Bueno, entre Guadalajara y ustedes hay un “amor apache”, pero algo quedó de aquella experiencia, ¿no?
“Es una plaza muy fiel y estamos muy felices de volver, fue una prueba de fuego para nosotros. También nos dimos cuenta que siempre hay que trabajar en lo que uno cree aunque las cosas no salgan y esperar a que la rueda de la fortuna dé una vuelta para encontrarnos del otro lado”.

Siembran el próximo disco

La banda se dedicará en este 2009 a la gira 20:20 para promover su cumpleaños en distintas ciudades. Posteriormente se tomarán unos meses para que cada quien piense en qué sonidos está interesado y entonces sí, regresar al estudio para grabar lo que será su próximo disco.

Van por todo

Para los fanáticos de la banda este año será redondo. Agregado a los conciertos, el director de cine Ernesto Contreras sigue trabajando en el documental sobre la banda, que podría incluir algunos conciertos por sus dos décadas de trayectoria.

Además los “cafeta” lanzarán un libro que recopile su historia, para lo cual Rubén Albarrán (el vocalista) ahora está buscando anuncios, posters y volantes promocionales de los primeros conciertos del grupo capitalino.