Cachero se estrena como director de escena

CIUDAD DE MEXICO.- El actor Rodrigo Cachero cumplió uno de sus más grandes anhelos: iniciar su sendero como director de escena. El espacio ideal para desarrollar su nueva faceta es el programa de Televisión Azteca, “Lo que callamos las mujeres”, para el cual, de entrada, dirigirá tres episodios.

“Déjenme sola”, es el primer capítulo que tripulará Cachero en dicha producción de Genoveva Martínez, para la ocasión, eligió a la actriz Rossana Nájera quien interpretará a Isabel, una mujer que sufre trastorno pena mórbida (éste se produce por una pérdida afectiva importante, la de un ser querido).

“Me siento muy feliz por la confianza hacía mí de todo el equipo involucrado con este programa. Desde la universidad me interesó mucho la dirección actoral y ahí me preparé con las clases del maestro Andrés Quintanilla. No pienso dejar la actuación porque es mi pasión principal, al contrario, espero alternar las dos disciplinas”, señaló Cachero.

Además de Nájera, Lariza Mendizábal y Mayra Sierra se convertirán en las bellezas de Rodrigo en esta etapa de su arranque como director escénico. Respecto a su inquietud por desarrollar todos los polos relacionados con el saber histriónico refirió:

“Sería muy pretencioso de mi parte señalar que estaría dispuesto a autodirigirme, respeto mucho las trayectorias como la de Woody Allen, capaz de escribir, actuar, producir y dirigir. Cada área tiene su importancia y yo deseo enfocarme bien a estas dos tareas (dirección y actuación), así como dedicarles el tiempo que se merecen para pulirlas cada día más”.

Nájera, quien compartió créditos con las actrices Martha Aura y Natalia Farias en este su regreso a las cámaras, detalló su participación en la historia.

“Encarno a una chica difícil porque sufre un desengaño amoroso. La dejan plantada en el altar, me visto de novia (que tanto me gusta, risas...)”.

“El reto en sí es conocer todo el padecer que provoca vivir con el trastorno pena mórbida. La invitación se me hizo muy interesante por lo que conlleva emitir un mensaje de esperanza no sólo al auditorio femenino, sino a la población en general”.

Durante los descansos de esta grabación, Rossana se dio un intrépido reposo para atender a los medios invitados y darle la patada de buena suerte a Cachero, su colega.