Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | México.- El músico y compositor alemán Ludwig van Beethoven, quien quedó marcado por su sordera, aunque eso no le impidió seguir escribiendo magistrales piezas, las cuales, hasta nuestros días, forman parte del repertorio sinfónico de todas las orquestas

Beethoven, genio y figura de la música de todos los tiempos

Es el músico más interpretado por las orquestas en el mundo

Por: EL INFORMADOR

México.- El músico y compositor alemán Ludwig van Beethoven, quien quedó marcado por su sordera, aunque eso no le impidió seguir escribiendo magistrales piezas, las cuales, hasta nuestros días, forman parte del repertorio sinfónico de todas las orquestas del orbe, murió el 26 de marzo de 1827.
Su música perenne inspiró al coreógrafo zaragozano Víctor Ullate a poner en escena el próximo 22 de junio, Día de Aragón en la Exposición Internacional de Zaragoza, el espectáculo `Beethoven', que recrea en la segunda parte sus vivencias personales desde la infancia, su primer amor y la plenitud de su madurez.
Dicho espectáculo ofrece una primera coreografía con las sonatas 14 y 5 del compositor alemán. Luego, Ullate ha construido una nueva pieza a partir de La Pastoral de Beethoven, en la que repasa distintos momentos de su vida, desde la niñez hasta la esperanza en un mundo mejor después de la muerte.
Nacido el 16 de diciembre de 1770 en la ciudad alemana de Bonn, el pequeño fue bautizado como Ludwig en honor a su abuelo, en la iglesia de San Remigio.
Hijo de Johann Beethoven y Magdalena Keverich, desde pequeño mostró notables disposiciones para la música, por lo cual, su padre, tenor de la corte y muy dado a la bebida, obsesionado por el ejemplo de Wolfgang Amadeus Mozart, quiso hacer de él un prodigio.
Así, su progenitor lo obligó a estudiar desmedidamente, encerrándolo durante muchas horas y maltratándolo cuando no cumplía con las tareas agobiantes que le señalaba.
Además de su padre, Beethoven recibió lecciones de músicos destacados de la época, con quienes estudió el "Clavecín bien temperado", de Johann Sebastian Bach, las sonatas de Carlos Felipe Emmanuel Bach y las de Muzio Clementi.
En 1778, el joven Beethoven se presentó en Colonia en un concierto de piano, para tres años más tarde ser llevado por su padre
a una gira por Holanda, que fue un fracaso.
En Viena conoció a otro grande de la música, Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), de quien recibió algunas lecciones y con quien entabló amistad, hasta que en 1787 la enfermedad de su madre lo hiciera regresar a Bonn. Sigue Beethoven... dos... Bonn.
Pronto conocería al conde Waldstein, hombre culto y pianista distinguido que le ayudó a sobrellevar la dura época que siguió a la muerte de su progenitora.
También lo proclamó heredero legítimo de Mozart y Joseph Haydn (1732-1809), y lo recomendó ampliamente para que se abriera camino en Viena, Austria.
En dicho país, con gran número de obras bajo el brazo, (la primera escrita a los 10 años), la ayuda del conde le abrió los salones aristocráticos y le permitió estudiar con Haydn y otros grandes músicos composición vocal, violín y escritura de cuartetos y quintetos.
Así, Beethoven ofreció su primer concierto como pianista el 30 de marzo de 1795, pero no fue sino hasta el 2 de abril de 1800 cuando presentó su "Gran Concierto para Pianoforte", su "Septuor" y su "Primera Sinfonía".
En la cima del éxito, el compositor comenzó a sufrir más intensamente los síntomas de su penosa enfermedad, la sordera, que padecía desde 1796, y que le significaba una tortura psicológica porque perdía el sentido más necesario para su profesión.
En esas fechas compuso más de 90 obras, entre las que están la "Sinfonía", tres conciertos para piano, seis cuartetos, "El Septuor" y variaciones y sonatas, incluyendo la "Patética", entre otras.
Sus biógrafos señalan 1801 como el año de iniciación de lo que se ha llamado el segundo periodo de la obra de Beethoven, etapa de su vida en que alternaba el optimismo y el pesimismo, todo ello dentro de la taladrante realidad de una sordera progresiva e incurable.
De ese año data su pasión por Giulietta Guicciardi, a quien inmortalizó con la dedicatoria de su Sonata "Quasi una fantasia", que será más tarde sobrellamada "Claro de Luna".
Este segundo periodo comprende la producción de cerca de 150 obras: de la "Octava Sinfonía", las sonatas para piano hasta la "opus 90", los cuartetos hasta el XI "opus 95", el concierto para violín, el quinto concierto para piano, la ópera "Fidelio", lieder, romanzas y tríos.
La Tercera Sinfonía, dedicada al conquistador francés Napoleón Bonaparte, fue tocada por primera vez el 7 de abril de 1805, año en el que estrenó su ópera "Fidelio".
Al año siguiente compuso la Cuarta Sinfonía, que algunos críticos dicen fue inspirada en el amor de Teresa de Bruswick, aun cuando otros sostienen que la fuente de ello es un relato de dudosa autenticidad narrado por una mujer que se decía confidente de Teresa. Sigue Beethoven... tres... Teresa.
De 1806 también son los tres Cuartetos opus 59, el Concierto para Violín y la sonata "Appasionata"; de 1807 es la Quinta Sinfonía,
considerada la más interpretada en la actualidad, cuya primera ejecución tuvo lugar el 22 de diciembre de 1808, fecha en la que también estrenó la sexta, llamada "Pastoral".
La Séptima Sinfonía, calificada como "un milagro del genio", fue iniciada hacia fines de 1811 o principios de 1812, época en la que además compuso obras tan importantes como el quinto concierto para piano "El Emperador", los cuartetos X y XI, la obertura "Egmont", las sonatas opus 78 y 81, entre otras.
En tanto, la Octava Sinfonía es considerada una de las obras más
alegres de Beethoven, que revela una técnica magistral desde el primero hasta el último compás, y en el "Allegretto scherzando" recuerda la invención del metrónomo.
De 1815 hasta 1826 compuso alrededor de 125 obras, dos de ellas bastarían para inmortalizar su nombre: la Novena Sinfonía y la Misa Solemne en Re mayor, sin contar sus extraordinarios cuartetos que establecieron una cima en la historia de la música.
En 1826, tras ser operado a causa de hidropesía, el genio musical no volvió a mejorar su estado de salud, hasta que cerca de las seis de la tarde del 26 de marzo de 1827 exhaló su último aliento.
Europa entera lloró la muerte de uno de los más grandes maestros de la historia musical, que dejara un importante legado que ha traspasado las fronteras del tiempo y el espacio, para inspirar y deleitar los oídos de generación en generación. NTX AGP 25/03/08

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