Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Prokofiev se inspiró en la famosa novela El Jugador de Fyodor Dostoevsky

Barenboim abrió el Festival de Pascua de Berlín

Abordó la pieza de Prokofiev con la sabiduría del maestro y la frescura del principiante

Por: EL INFORMADOR

BERLÍN.- La ópera de Sergei Prokofiev "El Jugador", una rareza musical servida como delikatessen por el director de orquesta y pianista Daniel Barenboim, abrió hoy la XII edición del Festival de Pascua del teatro Staatsoper unter den Linden.

Barenboim abordó la pieza de Prokofiev con la sabiduría del maestro y la frescura del principiante, en plena complicidad con los músicos de la Staatkapelle y abierto al universo de una ópera que encierra una parte de la historia de la antigua Unión Soviética.

"Ha sido muy gratificante trabajar en esta ópera de Prokofiev, un compositor muy ligado a mi juventud. Estudié mucho sus sonatas, pues mi padre me obligaba a tocarlas una y otra vez, hasta que cumplí 20 años y pude decirle que se acabó", dijo Barenboim en un cóctel organizado por la Staatsoper para celebrar el estreno.

Reconoció que la música "un poco loca" de Prokofiev no le cautivó especialmente, sobre todo la instrumental, pero añadió que ahora, al trabajar con una composición orquestal, "he descubierto un dimensión nueva que ha despertado muy curiosidad".

Barenboim, quien como todos los que participaron en la producción fue ovacionado por el público tras una representación que resultó perfecta, destacó de la velada labor de la orquesta.

"Cualquiera pondría en duda después de escuchar cómo sonó esta noche Prokofiev que la Staastkapelle puede tocar Richard Wagner", agregó en tono de humor, el mismo que utilizó para anunciar que no se quedaría a la fiesta pues "mañana tengo que dirigir una opereta".

Barenboim se refería a "Los Maestros Cantores de Nuremberg", opera de Wagner con la que mañana prosigue el festival.

La marcha entre aplausos del director no empañó el ánimo, pues había más que razones para celebrar el éxito de un estreno en el que, como hacía mucho tiempo no se ve en Berlín, todo funcionó a la perfección, desde el 'casting', sobresaliente, hasta la orquesta, pasando por el vestuario, rabiosamente teatral, y las luces.

Prokofiev se inspiró en la famosa novela "El Jugador" de Fyodor Dostoevsky, obra autobiográfica en la que el novelista revela su faceta de jugador compulsivo y patológico incapaz de diferenciar entre la suerte del amor y el azar de la mesa de juego.

Una trama oscurantista y de crítica social que Barenboim desde el foso y Dmitri Tcherniavok como director de escena acercaron al público, desde el conocimiento de un mundo lejano que a ninguno de ellos le resulta ajeno y con sobradas dosis de refinamiento.

Barenboim, hijo de emigrantes rusos en Argentina, y Tcherniavok, nacido en Moscú, trabajaron en esta ópera sin barreras idiomáticas y conceptuales, en ruso, dando el significado adecuado a detalles que al profano ni siquiera le resultan relevante.

La Staatsper eligió para los papeles protagonistas intérpretes formados en la escuela rusa, al bajo ruso Vladimir Ognovenko para el rol del General, a la soprano letona Kristine Opolais como Polina y al tenor lírico ucraniano Misha Didyk como Alexej.

La mezzosoprano Stefania Toczyska, una de la grandes, encarnó a Banulen'ka, anciana que dilapida su fortuna en los casinos ante la desesperación de quienes esperan beneficiarse de su suerte para salvar deudas y Stephan Rügamer, un tenor wagneriano, al Marqués.

Todos fueron ovacionados y no sólo por una interpretación vocal excelente, sino por la capacidad de actuación mostrada en escena, sorprendente e inusualmente homogénea.

Tcherniakov apostó por una escenografía moderna, sin estridencias y muy sofisticada en la que todo funcionó, fiel al espíritu de la novela y a los apuntes que hizo Prokofiev -autor asimismo del libreto- a esta ópera, raramente escenificada pese a su interés musical e histórico.

"El Jugador" se estrenó en 1929 en Bruselas, siete años antes de que Provofiev, que abandonó su Ucrania natal tras el triunfo de la revolución bolchevique, decidiera instalarse en la URSS, donde se convirtió en marioneta de un régimen que terminó censurándole por utilizar un excesivo formalismo y armonías cacofónicas.

Además de "El Jugador" y "Los Maestros cantores de Nuremberg" mañana, el programa del Festival de Pascua incluye, hasta el próximo día 24, dos conciertos de la "Staatskapelle" con Barenboim a la batuta y un recital de piano con Barenboim y Lang Lang a dúo.

Entre las composiciones que podrán disfrutarse en este recital de titanes figuran "Ma Mére l'Oye" de Maurice Ravel, "Don Giovani" de Franz Liszt y la sonata para dos pianos y percusión de Béla Bartok.

Otro de plato fuerte del festival será el recital de Rolando Villazón con Barenboim dirigiendo la Staatskapelle, velada que confirma el paulatino retorno del tenor mexicano a los escenarios tras meses de ausencia por problemas de voz.
EFE 15-03-08 MMT

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