Aventurero argentino recorre el Continente

GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2015).- Tres años, cinco meses y 26 días lleva rodando en bicicleta por las carreteras de América Latina. El argentino Guillermo Federico Aimar, quien el 20 de junio de 2012 salió de la ciudad de Ushuaia, en su país –una provincia de la Antártida– con la finalidad de llegar a Alaska, y estuvo en Tequila, Jalisco de donde hoy partirá con rumbo a Tepic, Nayarit.

La meta personal del sudamericano es “aprender a vivir con lo que necesito, disfrutar una forma de vida y poder transmitirlo, por eso visito colegios, hospitales, para compartir con los pibes (niños) las experiencias del viaje por toda América”, afirma el viajero nacido en San Martín de Buenos Aires.
El objetivo de visitar colegios es “despertar en los niños la curiosidad e imaginación que puede ser el motor para animarse a hacer algo a lo que no se animan ahora”.

El proyecto Ushuaia-Alaska es lograr una travesía con el fin de unir los dos extremos del Continente Americano en bicicleta, recorrer 32 mil kilómetros pedaleando, conociendo otras culturas, comidas, idiomas y modismos.

Guillermo Federico tiene 32 años, se graduó como politólogo y no se pone límites ni fechas para alcanzar su meta, espera terminar su recorrido el próximo año durante los meses de junio o julio; el deporte siempre le apasionó a este aventurero de las carreteras, corría pruebas de ultramaratón.

Un día, él decidió vender su coche, dejar su trabajo en el Banco Mundial y emprender su sueño: recorrer el Continente con una bolsa cargada de ilusiones en una bicicleta.

Aproximadamente al día recorre entre 80 y 120 kilómetros; el clima es lo que lo frena a no seguir, pero dice que de cada ciudad aprende algo. No lleva algún mapa que lo guíe debido a su magnífica memoria, no tiene fecha para regresar a su país y piensa dejar México por la frontera Norte en Tijuana.