Arranca el FICG 28

GUADALAJARA, JALISCO (02/MARZO/2013).- Las caras perfectamente maquilladas. Los mejores trajes para la ocasión. Las sonrisas ensayadas de un lado, y las espontáneas del otro. Los reflectores sobre el escenario. Los aplausos y las ovaciones. El ambiente de fiesta. Todos juntos en una noche. Una noche para vivir el cine. Una noche para recordar porque la magia emana desde la pantalla. Una noche para decirle al FICG bienvenido.

La edición número 28 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara comenzó oficialmente el sábado por la noche. Pero no es “una edición más”. Los elementos para convertirla en una fiesta única quedaron expuestos durante la ceremonia de inauguración, celebrada en un pletórico Auditorio Telmex, que lucio sus mejores galas.

La velada, conducida por Roberto Fiesco y Mariana Linares, comenzó en punto de las 19:30 horas recordando a dos talentos que se fueron días antes de que se diera por inaugurado el festival. Dos artistas que le entregaron sus mejores trabajos a la pantalla de plata, y en ella quedaron inmortalizados: Joaquín Cordero y Carmen Montejo. En su recuerdo, se impuso el único momento de silencio la noche.

Si algo caracteriza al FICG, es que no busca que su noche inaugural se convierta en un mero corte de listón para arrancar actividades. La ceremonia tuvo espacio para lágrimas y aplausos.

 “Aquí estoy”

El primero homenaje de la noche se lo llevó Ernesto Gómez Cruz, a quien le fue otorgado el Mayahuel de plata, trofeo que se brinda a los histriones que entregan su vida  y talento al mundo del cine. El primer actor apareció en el escenario, vistiendo en color gris y con un bastón que se ha convertido en su fiel compañero en los últimos años.

En la pantalla gigante, montada en el antiguo Auditorio Metropolitano para la ocasión, se mostró una breve selección con los trabajos más emblemáticos del veracruzano. Trabajos que abarcan cincuenta años dentro de la cinematografía nacional.

Gómez Cruz recibió el Mayahuel de plata de la mano de Raúl Padilla, presidente del patronato del FICG. Visiblemente nervioso, el actor se dijo “sencillo y humilde, pero cuando se trata de trabajar, trato se superarme ante todo. Quizá ahora uso bastón, pero puedo caminar, bailar y medio correr, gracias a Dios”, añadió con una sonrisa.

El actor prometió que este reconocimiento tendría un lugar especial en su hogar, y serviría como ejemplo de que la perseverancia y el esfuerzo siempre son premiados. “Seguiré actuando y contribuyendo para el cine mientras pueda. Aquí estoy todavía”.

La noche inaugural sirvió para la entrega de reconocimientos, y el de Gómez Cruz no fue el único. El FICG le otorgó el Mayahuel Iberoamericano a Ángela Molina, actriz española con 40 años de experiencia en la pantalla, musa de diversos cineastas y una trotamundos en el cine. Ha rodado en su natal España, México, Argentina, Colombia e Italia, entre otras naciones, donde ha dejado constancia de su talento. El premio fue entregado por el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.

Molina, visiblemente emocionada, expresó que el Mayahuel “es vuestro, porque sin vosotros, yo no estaría aquí. El cine nos da la lección de encontrarnos constantemente”.

La primera actriz se dijo agradecida con Guadalajara, su gente y su calidez. “Desde que llegué, me han hecho sentir como si viviera en un sueño (..) y quiero que sepan que este momento no lo voy a olvidar nunca”.

Con acento nórdico

Los países invitados del festival son las naciones nórdicas. Y es un cineasta emanado de esa zona del mundo el que recibió ayer por la noche el Premio Mayahuel Internacional de Plata: Jan Troell, uno de los grandes de la crónica cinematográfica mundial, nacido en Suecia pero cuyo talento lo ha hecho ciudadano del mundo.

“Gracias, muchas gracias. Eso es todo mi español”, dijo Troell, tras recibir su premio, exhibiendo una amplia sonrisa, enmarcada por un rostro surcado por arrugas y enmarcado en un cabello plateado. “Desearía, si vuelvo algún día, poder haberlo mejorado (su español). Y ojalá tuviera también un público tan enorme en todas las películas que tenga”.

Troell, quien tendrá una retrospectiva en el FICG, agregó que se sentía “agradecido y feliz por la generosidad de los organizadores que me invitaron a mí y a mi familia a este festival tan grande e inspirador”.

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ