Arjona, entre el romance y la reflexión

GUADALAJARA, JALISCO (19/NOV/2012).- Las medias tintas no existen con Ricardo Arjona. Sus críticos tachan a sus composiciones como excesivamente rebuscadas, con alegorías incomprensibles y tonadas que terminan por ser repetitivas. Pan con lo mismo, de disco a disco. Pero existe un lado opuesto que lo defiende a rajatabla. Son aquellos que aseguran que a través de sus letras se expresan los sentimientos más puros que emanan del corazón. Son esos fanáticos irredentos que en él encontraron al hombre de aspecto común que es capaz de ser poeta, bohemio y estrella pop a la vez. Y al menos ayer por la noche, el Auditorio Telmex congregó a los segundos para una velada de romance, música y mucha miel.

El concierto, que comenzó poco después de las 21:00 horas, mostró a un Arjona relajado, uno que llega con buenas cuentas al tramo final de la gira ''Metamorfosis World Tour'' (con la que ya había visitado Guadalajara en el primer semestre de 2012).

Arjona no olvida sus orígenes. No olvida que comenzó como un cantante más en pequeñas peñas y bares de la capital del país. Es por eso que procura darle un toque íntimo y bohemio a cada ''show'' que ofrece. Tal como ayer. Sin más presión que compartir las vibraciones que salían de su garganta. Cómodo entre sus fieles. Con el cabello cada vez menos esponjado. La barba, de tres días sin rasurar, inalterable en el rostro. El andar pausado en el escenario también apareció. El gusto por presumir sus habilidades con la guitarra también.

''Vida'', ''Lo que está bien está mal'' y ''Animal nocturno'' sirvieron como carta de presentación. La aparición del intérprete chapín en el escenario provocó el griterío desde las gradas del Telmex (con una entrada de poco más de seis mil personas), desde donde volaron piropos, aplausos y propuestas de matrimonio hacia Arjona, que las escuchó imperturbable, sonriendo de forma tímida al principio.

''Hay amores'', ''Sin ti'', sin mi'' fueron las siguientes, y entonces llegó el saludo. Primero, el tradicional "buenas noches Guadalajara". Luego, el centroamericano prosiguió con una anécdota. "Es un gusto estar aquí de vuelta, y recuerdo a la perfección la primera vez que vine, no diré hace cuantos año fue, porque fueron muchos", bromeó.

El cantante anotó, sin soltar la guitarra desde el escenario, que aquel primer ''show'' en la Perla Tapatía "fue en un teatro donde a la mitad del concierto se fue la luz, y me quedé cantando a capella, en una esquina del escenario, y sin más que mi guitarra, pero acompañado por el público". Con una sonrisa dibujada en su expresión, Arjona aseguró que aquel espectáculo lo dejó marcado, por la entrega del público tapatío. La pequeña anécdota sirvió para que los presentes en el Telmex le entregaran una ovación.

Y a partir de allí, los éxitos cayeron como cascada. Arjona sabía bien que botones presionar para causar el griterío desde las butacas, dominadas por el sexo femenino. ''Acompáñame a estar solo'', ''El amor'', ''Mi novia'', ''Historia de Taxi'', ''Mujeres'' y ''Cómo duele'', entre otras llegarían en la voz del guatemalteco, que convirtió a los presentes en el Coloso de Periférico Norte en el coro de cada tema.

Para los fanáticos, una noche redonda. Para Arjona, una demostración de que su música sigue calando en el corazón de nuevas generaciones.

COSAS PARA CONTAR

45 toneladas de equipo mueve de ciudad a ciudad el ''Metamorfosis World Tour''.

50 personas trabajan en el staff de Arjona.

150 luces robóticas se desplegaron en el escenario que ofrece el cantante, donde se simula un departamento.

10 toneladas pesa la escenografía que se montó ayer por la noche en el Auditorio Telmex.

1 año y un mes tiene de haber aparecido en el mercado el disco más reciente del intérprete, una placa titulada ''Independiente''.

Navega: www.ricardoarjona.com

AGENCIA INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez