Arcelia Ramírez prefiere personajes demandantes

GUADALAJARA, JALISCO (06/FEB/2012).- En aquellos días de clima agradable en pleno noviembre de 2011 en Guadalajara y en los que la reciente película de Ripstein, Las razones del corazón, estaba en boca de todos luego de su estreno en el Festival de San Sebastián, la actriz que consiguiera mayor notoriedad con la película Cilantro y perejil al lado de Demián Bichir, se dejó ver emocionada por la iniciativa del encuentro fílmico en el que más que mostrar una mirada feminista el interés de las organizadoras fue exhibir historias con ópticas femeninas, cuestión que enfatizó Arcelia en una entrevista con este medio y con la que dijo estar de acuerdo, tal vez porque en su filmografía ha mostrado una diversidad de visiones desde la mirada de una mujer.

Incluso vale la pena mencionar la inauguración en la que las emociones llevaron hasta las lágrimas a los presentes en el Cineforo, cuando el viudo de la cineasta argentina Gabriela David recordó a quien fuera su esposa justo a un año de su fallecimiento con conmovedoras palabras con respecto al último trabajo de la realizadora que entonces mereció un homenaje, gesto que de inmediato fue aplaudido por la propia Arcelia y por el público que seguro evocará con nostalgia aquella primera función del encuentro que la actriz con más de 20 largometrajes en su haber decidió apoyar.

Apoyo que dijo se debía a que le interesaba estar cerca de proyectos de cine de autor, de calidad, de aquellos “que presentan un cine comprometido, íntimo, honesto y con una diversidad temática”, argumento que ha llevado a lo largo de su carrera de la mano de realizadores como Carlos Carrera con La mujer de Benjamín, Alfonso Arau con Como agua para chocolate, Marisa Sistach con El cometa, Perfume de violetas, La niña en la piedra y El brasiere de Emma, Benjamín Cann con Crónica de un desayuno y Arturo Ripstein con Así es la vida y Las razones del corazón, éste último con críticas encontradas luego de que el propio Ripstein expresara su desacuerdo con el jurado de San Sebastián, donde fue estrenada la película.

Aún siente nervios
Y es precisamente Las razones del corazón, a decir de la protagonista, uno de los trabajos más complejos que ha hecho hasta hoy, incluida la presión que representa trabajar con Ripstein y el por qué aceptar el filme. “Es una cinta poderosa, un guión tremendamente fuerte, y me encantan los guiones de Paz Alicia, además de que Arturo Ripstein es un director al que admiro mucho. Es un gozo trabajar con ellos”.

¿Te generaba angustia trabajar con él?, a lo que Ramírez responde: “Me ha invitado dos veces a trabajar y en las dos ocasiones han sido personajes muy difíciles, entonces es una tremenda responsabilidad tener en mis manos papeles tan complejos, siempre te da adrenalina, siempre hay nervio pero también entusiasmo, aunque debo decir que me dio más susto en Así es la vida, y creo que estuve más nerviosa, me llevaba el personaje a mi casa, no quería salir del papel porque no quería que se me fuera, una cosa muy angustiante, pero ahora con la complicidad que conseguimos en aquella primera película, y la confianza que le tengo, las cosas resultaron de lo más bien”.

Y a estas alturas de su carrera resultara difícil comprender cómo es que un papel aún la pone nerviosa, sin embargo, ella argumenta que “estaba muy inquieta por saber qué era lo que tenía que hacer para preparar un personaje tan difícil, y Arturo me dijo ‘no te preocupes, lo vamos a ir haciendo poco a poco, tienes que estar muy contenta y tranquila para hacer esta película, poco a poco vamos a ir resolviendo las cosas’ y así fue,  todo se dio para que  mi trabajo fuera placentero. La gocé mucho, aunque también me dieron taquicardia y nervios y de todo”. ¿Pero es precisamente lo que mantiene vivo al actor?, cuestionamiento que responde de inmediato y completamente convencida: “Exacto, es de lo que uno pide su limosna”.

FRASE

"Es una tremenda responsabilidad tener en mis manos papeles tan complejos, siempre hay nervio pero también entusiasmo " , Arcelia Ramírez, actriz.

Trabajar con Ripstein
El nombre de Arturo Ripstein pesa mucho en la industria cinematográfica mexicana, ya que desde su despegue en los años setenta con obras como El castillo de la pureza atrajo las miradas de nacionales y extranjeros al plasmar en la pantalla historias sombrías y lentas, que incluso hasta han sido calificadas como depresivas.

Lo que también es sabido es que Arturo Ripstein lo mismo es odiado que amado, pero nunca ignorado. Muestra de ello es que su más reciente pieza fílmica Las razones del corazón no pasó desapercibida para la crítica, ya que marcó el regreso del director a los melodramas complejos, de la mano de Arcelia Ramírez, la protagonista.

La crisis matrimonial y la infidelidad son vistas desde la mirada de Ripstein, quien estrenó dicha cinta en San Sebastián (festival que en tres ocasiones ya había premiado su trabajo), cita en la que los titulares no sólo hablaron de su regreso sino que también dieron espacio a las desatinadas declaraciones del realizador, quien al ver que Las razones del corazón no ganaría en la justa 2011, no dudó en calificar al certamen como “subnormal”, aunque casi de inmediato ofreció disculpas al decir “no es que tenga la razón, es que así soy”.

Y así ha sido Ripstein en su carrera, un director que sabe lo quiere y que no por nada ha dirigido a figuras como Damián Alcázar, Daniel Giménez Cacho, Salma Hayek, Marisa Paredes, Patricia Reyes Spíndola, Diana Bracho y un gran número de primeros actores, entre los que se encuentra Arcelia Ramírez, quien en dos ocasiones ha estado bajo las órdenes del realizador al que dice admirar porque ha puesto en su manos “sólo personajes complejos”.

EL INFORMADOR/ ALTAGRACIA LIZARDO MEDINA