Anthony Hopkins toma la vida con sabiduría

LONDES, INGLATERRA.- El británico Anthony Hopkins no tiene intención de jubilarse o de poner fin a una carrera que, asegura, ha superado sus expectativas. “Fui actor porque no tenía nada más que hacer, no era bueno en otras cosas”, bromea. “Voy a seguir trabajando hasta que me dejen, mi carrera ha cumplido con mis expectativas y más allá, también pinto y compongo música, aunque no lo cambiaría por actuar”, dice el actor.

A sus 72 años, el intérprete ganador de un Oscar por El silencio de los inocentes (1991) prefiere pasar página del pasado. “El silencio... fue hace 20 años y quedó atrás”, dice Hopkins, quien desde el viernes pasado regresó a la cartelera con la cinta El Hombre Lobo, junto con Benicio del Toro y Emily Blunt.

Aunque el actor afirma que nunca vio la cinta original con Lon Chaney Jr. se dice conocedor respecto a la trama, ya que es un tema popular, y señala que estas producciones han logrado colocarse en el recuerdo de la gente por muchos años y por ello esta oportunidad atrajo su atención. “Apenas me dieron el guión dije ‘sí, me gustaría hacerla’”. Y fue el guión su único punto de partida, pues afirma que el no haberse influido por otras interpretaciones fue una oportunidad que califica como “refrescante”.

Hopkins, quien ya ha interpretado personajes góticos, como el profesor Abraham Van Helsing en la cinta Drácula (1992), de Francis Ford Coppola, afirma que desde que era niño es fanático de las historias de horror, por lo que para él fue un disfrute esta oportunidad de interpretar a Sir John Talbot. Además, asegura que ahora se da el gusto de elegir personajes por placer. “De hecho, si tengo un día de descanso y me llaman para un buen papel, sólo digo: “Claro”. Ya no me perturbo haciéndome preguntas como “¿esto es bueno para mi carrera?”.

- ¿Qué le gustó de Joe Johnston como director?
- Es muy calmado, completo y sabe lo que quiere hacer, además, es muy eficiente. Tiene gran experiencia como director de arte porque ganó un Oscar por Indiana Jones: los cazadores del arca perdida. Joe es disciplinado; también está abierto a las ideas de los actores, te deja inventar y yo me inventé muchas cosas.

- ¿Cuál fue el planteamiento que se hizo para interpretar el personaje “Sir John Talbot”?
- Pensé en la idea americana de que todo aquel que vive en una casa grande debe de ser un caballero o un noble. Para mí eso es un error, pero para esta historia encajó muy bien. Sin embargo, ante tal apreciación, se dio el caso de que querían a un personaje excéntrico pero eso no me gustó. Así que decidí hacer algo opuesto y actué como un submarino, guiado por un radar, muy, muy quieto y cauteloso. Así es mi personaje y así lo construí, nada excéntrico.

- Parece que la intención no era hacer de “Sir John” un verdadero villano.
- Oh, sí. Especialmente cuando captas la idea de que él es un noble y que vive como tal. Por eso pensé en ir al lado opuesto e interpretarlo de una manera silenciosa. En la superficie, no hay nada malo. En ese sentido, él simplemente es un poco raro y su hijo lo ve de una manera rara también al pensar: “Este tipo, mi padre, es un hombre extraño”. Y así es Sir John: sucio, desarreglado; hasta tiene uñas largas y sucias.

- Este año empezará a trabajar en la nueva versión de “Thor”, bajo la dirección de Kenneth Branagh. ¿Se sorprendió cuando le dijeron que él estaría a cargo de una película basada en un cómic?
- Para nada. Él es brillante; siempre lo he admirado. Es extraordinario y experto en hacer lo que sea. Es el hombre más brillante dentro de este negocio; es muy seguro de sí mismo y uno de los más poderosos instigadores de su tiempo. En lo que se refiere a la película, ésta se ubica en el mundo moderno, en el pasado y en el mundo mitológico; todo al mismo tiempo. Realmente tiene un poderoso guión y la verdad es que estoy muy ansioso de trabajar con Ken.

- ¿Todavía desea hacer “King Lear” (basada en la obra de William Shakespeare)?
- No lo sé. Si se da, estaría bien. Soy muy práctico y realista en lo que se refiere a hacer películas. Por ejemplo, la gente dice ¿quién quiere hacer King Lear? Yo digo: está bien. Pero el punto es que soy práctico, les digo que entonces, cuando ya tengan el dinero listo para hacerla, pues que me llamen. Ésa es mi actitud en los últimos años. Ya no me involucro en todo eso de qué tal si se hace o qué tal si no. La vida es demasiado corta como para preocuparte por cosas como ésas.