Angelique Boyer, un ángel sin armadur

CIUDAD DE MÉXICO.-Si bien a la sensual actriz Angelique Boyer la embarga la nostalgia por concluir las grabaciones de la telenovela Alma de Hierro, la evolución de su carrera va viento en popa: no sólo vivió un reto al convertirse en asesina, en su nuevo proyecto melodramático encarnará a una gitana.

“Ximena para mí representa un angelito, un ser con toque divino. Sabe leer las manos y pertenece a una cultura totalmente diferente a la nuestra. Este tipo de mujeres tienen muchos pantalones, es altanera pero no en el mal sentido. Todo en ella es místico”, adelantó Boyer respecto a su personaje en la siguiente adaptación de la telenovela Corazón salvaje.

Al poco tiempo de quitarse la armadura de Sandy Hierro, Boyer reconoció que su experiencia en esta historia la ayudó a fortalecer sus conocimientos histriónicos, consecuencia de las polémicas situaciones que interpretó.

“Todo lo bueno duele y con Sandy me desprendo de una mujer completa. Vivió de todo: desengaños, maltratos e ilusiones. Esta etapa marcó mi vida, fue una oportunidad para abordar cosas críticas. Al final todo se va a acomodar, se le verá muy madura y con una familia feliz”.

Angelique señaló que como de costumbre se involucrará con el vestuario de Ximena: “Me gusta estar al pendiente y es emocionante participar en una producción de época. Disfrazarse es divertido”.

Respecto a su participación en Mujeres asesinas mencionó su contacto con el miedo, emoción que aprendió a equilibrar con un toque de inocencia.

“El capítulo (Soledad cautiva) habla de la trata de blancas. El tema es muy delicado y bastante complejo. Tenía mucho miedo, logré superar el reto porque me puse a pensar como niño, a jugar con las cosas, a experimentar. Salir de un asesinato no es fácil,  pero me gusta todo lo intenso”, continuó.

Luego de este acercamiento con un formato cinematográfico, la francesa externó sus ganas por incursionar en el séptimo arte. Sin embargo, “guarda cierto respeto por esté genero” y espera la oportunidad ideal.

“Tengo bien puestos los pies en la tierra. Me siento tranquila por todos mis logros, el día que haga cine lo haré bien. Llegará ese momento y no la puedo regar ni dejar a la gente con ganas de querer más de mí. También deseo incursionar en el teatro”, concluyó.