Andrew Garfield, perfeccionista extremo

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (13/MAR/2011).- El actor Andrew Garfield no ha visto la película Nunca me abandones y no está seguro de cuándo, o si acaso la verá.

“Me complace mucho haber sido parte de ella y me encantó la experiencia de hacerla”, explica el actor. “Y debo añadir que he tenido todas las oportunidades de verla, pero no lo he hecho por elección. Desafortunadamente tengo esta manía que no me puedo quitar y es un poco como escuchar tu propia voz cuando ha sido grabada. La escuchas en tu propia cabeza diferente a la manera como otros la oyen”, explica el artista, quien confiesa que el sentido de autocrítica también hace que ver sus películas no sea siempre placentero.

Pero para la crítica, Garfield se está perdiendo de algo, pues los expertos consideran que se trata de una hechizante película del director Mark Romanek, a la que también califican como hermosa y  fiel adaptación de la muy aclamada novela de Kazuo Ishiguru; mientras que en el apartado de la actuación aseguran que el joven actor, junto con sus coestrellas, Carey Mulligan y Keira Knightley,  lo hacen de manera satisfactoria .

Amante del trabajo

Aunque verse a sí mismo le parece un proceso incómodo, Andrew se deleitó por completo con la experiencia de trabajar en la película. “Me importa la historia y me importan todas las personas que la hicieron. Estoy orgulloso del elenco y el equipo de producción que hicieron posible sacar esta película”.

Garfield interpreta a Tommy en la trama, quien, junto con sus mejores amigas, Ruth (Knightley) y Kathy (Mulligan), es un alumno en un internado inglés en la década de los años setenta.

Hailsham es una escuela especial donde cada uno de los alumnos tendrá que enfrentar la realidad de sus vidas: todos son clones, creados para proporcionar órganos.

“Creo que todos tenemos vulnerabilidad y uno de los aspectos maravillosos de ser actor es que puedes recordarle eso a la gente, que todos estamos hechos de lo mismo”, comenta.

“Para mí, el aspecto más conmovedor de Tommy es su fe y su esperanza ciega de que alguien lo está cuidando. Creo que todos podemos identificarnos con eso, de otra forma no nos levantaríamos en la mañana”, agrega Garfield, de 27 años.

El histrión finaliza al decir que Nunca me abandones es una historia de amor con el fondo de un reloj haciendo tictac implacablemente. Cada uno de los tres amigos protagonistas sabe que sus vidas serán trágicamente cortas sin importar lo que hagan.