Andrés Palacios encuentra el reto ideal

CIUDAD DE MÉXICO.- El actor Andrés Palacios asegura que se ha despojado de todos sus complejos y miedos para enamorar y conquistar la amargura de la antagonista Christian Bach en la telenovela original de TV Azteca, Infamia, donde encarnará a un hombre llamado Martín Sandoval.

Esta telenovela tiene una estrecha relación con el melodrama Mirada de mujer, que en 1997 causó asombro cuando una mujer de 50 años se enamoraba de un hombre 20 años menor que ella.

El actor, emocionado ante la oportunidad que se le brinda, no dudó un instante en aceptar este papel. “La historia lo exige así y le tengo que entrar. A mí Christian no me impone, me invita, bueno, primero me invita y después me impone. La realidad es que nunca había tenido la oportunidad de conocer a Christian; así que los nervios comienzan a sentirse”.

La telenovela llega en un buen momento en su vida; recientemente su hijo cumplió ocho meses de edad y su televisora lo tiene como galán consentido de sus filas, donde recibió su primera oportunidad con la serie Noche eterna, además debutará en cine con una de las películas que se producen para conmemorar el Bicentenario de la Independencia, Hidalgo-Moliere, además de anunciar que tendrá una participación especial en la segunda temporada de la serie de HBO Capadocia.

Palacios sabe que este es uno de los momentos más importantes de su carrera, y no duda en agradecer a quienes lo pusieron allí: “No me queda otra cosa más que agradecer a la vida, a TV Azteca y a la gente que le gusta mi chamba. Estoy en un momento en donde no sé qué más se pueda pedir, pero me da miedo pensar que vaya a terminar pronto y me vaya a pasar algo”.

Va por otra pantalla
Este fin de semana el actor concluyó su participación en la película de Antonio Serrano, Hidalgo-Moliere como José María Teclo Morelos y Pavón, el alumno de Miguel Hidalgo y principal cómplice años antes de la insurgencia de 1810. “La intención fue mostrar la parte humana y de la que no se sabe nada, por lo menos no lo dicen la tradicional monografía ni el libro de texto. Eran personas normales a las que les gustaba el reventón, eran ‘ojo-alegres’ y tenían afición por el teatro; en esta película se narra cómo fue que se prepararon para poder hacer todo este movimiento”.

Palacios, de 34 años de edad, tuvo que estar a la altura del “Siervo de la nación”, por lo que se metió de lleno en los libros y encontró características que se conocen poco, como por qué se amarraba un paliacate en la cabeza: “De lo que me enteré fue que usaba el paliacate porque padecía de migraña, entonces humedecía un paliacate y se lo ponía en la cabeza para mitigar el dolor, no era por moda, sino por la migraña. También leí que en aquella época la migraña era algo constante en la población, todavía no se ha encontrado la explicación exacta, pero eso tampoco venía en la monografía”.

El actor inflama el pecho y afirma que así concluye con uno de los papeles más destacados que ha tenido la oportunidad de desempeñar en su trayectoria. “Me documenté, fue un compromiso grande y es un placer y privilegio el poder interpretar a un héroe de la talla de José María Teclo Morelos y Pavón, es la parte de cuando es un joven estudiante, que va a la escuela en una generación donde conoce a Miguel Hidalgo, él es el profesor y ahí se genera la empatía y se dan cuenta que pueden ser aliados en el movimiento independentista”.

Pide ayuda para Haití
Su empatía con el público no le impide que pierda de vista situaciones complicadas como lo que vive la población de Haití, tras el sismo del 12 de enero y que dejó en ruinas 70 por ciento de ese país caribeño.

Él mismo ha donado y ha invitado a sus vecinos a que lo hagan, pero no una sola vez, sino periódicamente, porque entiende que los damnificados comen, beben agua y necesitan tratamiento médico todos los días. “Promuevo la ayuda constante y que no por donar una vez te sientas bien y cruces los brazos, porque las necesidades son de todos los días”.