Andrés Montiel toca su umbral creativo

TAPALPA, JALISCO.- El teatro no se puede entender sin actores, pero muchos actores se desarrollan sin conocer la máxima expresión histriónica. Y es que en una época donde la tecnología, los efectos especiales y la repetición invaden los medios, Andrés Montiel ha privilegiado los escenarios teatrales sobre sus otros proyectos, en un acto que suena a revolucionario.

Ahora el histrión deja el caos y la cacofonía citadina por el proyecto de La Esquina de Estropicia, obra de teatro que se presenta dentro del marco del Festival de la Luna 2009, en Tapalpa, Jalisco.

Con una trayectoria salpicada de momentos destacados en el cine y la televisión, Montiel no teme volver a sus raíces siempre que el proyecto, el equipo humano y el entorno sean los propicios. Para él, esta obra llega en el momento ideal, donde su necesidad por explorar sus límites creativos se encuentra en plena ebullición.

-Cada proyecto tiene un imán que atrae a los actores, en tu caso, ¿qué es lo que te llama la atención de “La Esquina de Estropicia”?

-Tapalpa. Este lugar tiene una magia muy particular que creo que tiene que ver con esta obra, y todo se fue juntando. Además, cuando Dolores Tapia (la directora) me presentó el proyecto y me invitó a integrarme, no lo dudé un instante y dije “va”.

-Además del lugar y la gente involucrada, ¿pesó el guión?

-Claro. Me platicó de qué trataba la historia, el personaje que me correspondía y entendí que esto es algo donde me interesa estar. El texto se fue construyendo conforme la obra se fue ensayando (en el argot teatral se denomina Working progress). La esquina… fue saliendo a partir de la creación conjunta.

-La generación actual de actores se ha caracterizado por su innovación, al apostar por proyectos más arriesgados pero también es un poco nómada, incluso no dudan en abandonar México, ¿por qué crees que sucede esto?
-Creo que más que por una necesidad de ego, es por una razón creativa. En nuestro país hay mucha gente talentosa, pero a veces no encuentras el proyecto adecuado o la puerta que te va a proyectar a otras cosas creativamente. Me siento contento de pertenecer una generación muy inquieta, pero debo reconocer que los que vienen empujando atrás son todavía más curiosos. Chavos de 20 años que ya están tres pasos adelante, estudian en Londres, Polonia. De repente dices ‘híjole, eso apenas se me ocurrió hace poco y ellos ya lo tren de origen’ (risas). Eso nos motiva a todos y nos exigimos más como profesionales.

-Hablando de exigencia, has sido un actor que se ha desempeñado en diversos medios de exposición artística (cine, teatro, televisión), pero no te relacionas mucho tiempo con uno solo. ¿Te molestaría llegar a sentirte demasiado “cómodo”?

-Me acuerdo que cuando estudiaba era alguien que criticaba mucho a los actores que al momento de llegar a “ser alguien con nombre”, se ponían a “echar flojera” y no hacían más cosas, no se preparaban, buscaban superarse. Yo sí me identifico con quienes van buscando otras cosas, siento que la comodidad te lleva a la mediocridad aunque suene a frase trillada.

-¿Qué tan fácil es mantener el enfoque actual en el proyecto sin distraerte en lo que viene?

-Como actor hay que pensar siempre en qué sigue pero sin perder concentración. Hay cosas que hacemos para alimentar el bolsillo y otras para alimentar el alma. Tener muchos proyectos en teatro sí es muy difícil, pensar en trabajar dos obras simultáneas por ejemplo, se me hace algo complicadísimo, casi imposible. Es más fácil, desde mi punto de vista, combinar televisión con cine y teatro.

-¿Existe todavía discriminación entre los actores por venir de televisión, teatro o cine?

-Hay una parcela todavía. Conozco a muchos actores de teatro que son de lo mejor que hay en el país y no han sido convocados al cine. De repente se cayó en un círculo donde vemos a la misma gente siempre. Cuando un actor encuentra la posibilidad de estar en las tres, ya la hizo. Es más difícil comenzar haciendo televisión y quitarse luego ese estigma. Es más fácil un actor de teatro salir en tele y cine, desde mi perspectiva. Los mejores actores de cine mundial, al menos para mí son aquellos que comenzaron haciendo teatro, recalco, para mí.

-¿Qué sigue para Andrés Montiel?
-Estoy trabajando con el director Carlos Bolado en un proyecto de televisión. Es una serie que tratará de lo que pasa en el país en lo referente del narcotráfico, pero no al estilo de los “Hermanos Almada”, sino desde la política. Se llamará Entre lineas y saldrá en enero. De teatro tengo un proyecto que traduje del inglés, se cocinará a fuego lento.

-El narco todavía es un tema tabú en las pantallas. ¿Por qué te llamó la atención?
-Porque esta serie es ambiciosa. Sí se va a meter un poco más en este asunto tan difícil. Trata de una diputada que está tratando de legalizar las drogas en el Senado y a la par se va a ver una trama de cómo está metida la droga en tantos niveles que ni siquiera legalizándolas se acaba el problema.


¿Dónde lo has visto?
En televisión participó en la telenovela Las Juanas al lado de Martha Higareda y Paola Núñez. En cine se destacó en películas como Llamando a un Ángel, El crimen del Padre Amaro, Párpados azules y la multipremiada cinta La zona, dirigida por Rodrigo Plá.


“El teatro es la mamá de todos los géneros”
Andrés Montiel, actor

EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ