Analizan en la Cineteca transgresión del cine de Alfred Hitchcock

CIUDAD DE MÉXICO (16/FEB/2016).- A través del estudio de escenas de películas como "El inquilino", "La ventana indiscreta", "Vértigo" y "Psicosis", la investigadora Isabel Lincoln analiza cómo el cineasta británico Alfred Hitchcock transgredió los códigos impuestos para la filmación y exhibición de películas.
 
En su ponencia, efectuada esta noche en la Cineteca Nacional, Lincoln detalló los temas ponderados en la cinematografía de Hitchcock, como la muerte, el mal, el pecado, el voyerismo, la traición y la locura, que transgredían lo permitido en aquella época.
 
Ante el aforo de la Sala 4, la investigadora se valió de videos para dar los pormenores de su análisis, como fue el caso de la película "Blackmail", en la que una mujer, violada por un pintor quien la invita a su departamento, termina matándolo por haberla violado.
 
"La escena es muy clara sobre lo sucedido pero la asesina no recibe ningún castigo porque la película sugiere que fue en defensa propia", comentó la investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
 
Y como esas escenas existen más en la filmografía de Hitchcock, considerado uno de los creadores más controvertidos de la historia del cine mundial, cuyas películas han dado lugar a un gran número de publicaciones en las que se discute su genialidad.
 
De acuerdo a Lincoln, el sistema de censura consideraba que la técnica del asesinato no debía incitar a la imitación y no se podían mostrar los detalles, además de que los crímenes no podían responder a ningún tipo de venganza.
 
Agregó que también contemplaba que no se mostraran los métodos, ni tampoco la dinamitación de trenes, minas o edificios, e incendios provocados.
 
"Las buenas costumbres tenían que respetarse, por lo que las groserías y hechos repugnantes tenían que respetar la sensibilidad del espectador", añadió.
 
Además, dijo, en cuanto a los ministros de culto (pastores, sacerdotes o religiosas) no serían capaces de cometer crímenes ni podrían presentarse de manera cómica y el lenguaje del nombre de Dios debía ser ocupado de manera respetuosa".
 
Por otro lado, añadió, la sexualidad era sagrada, así como la función del matrimonio y los adulterios, a veces necesarios para dar cuenta de la intriga, no debían ser objeto de una demostración precisa y las escenas de pasión no debían introducirse sino eran fundamentales para la trama".
 
Finalmente, aseguró las escenas de seducción o violación no debían ser sugestivas ni mostrar sus métodos y las perversiones sexuales quedaban prohibidas, al igual que los desnudos completos".
 
En ese entendido, reflexionó que Hitchcock aunque quebrantó mucho los estatutos del código, pudo seguir haciendo cine y su obra ha rebasado la línea del espacio-tiempo por su genialidad.