Ana Gabriel agradece el cariño

ZAPOPAN, JALISCO (28/MAY/2011).- Ana Gabriel demostró que los clásicos se quedan en el corazón del público, quien le demostró lealtad a la artista sinaloense. Un coro de aproximadamente siete mil personas siguió los éxitos de la intérprete sinaloense, quien para su cita en el Auditorio Telmex se hizo acompañar de aproximadamente 10 músicos.

“Gracias por venir y darme la oportunidad de poder hacer algo de manera diferente”, expresó la cantante con entonación precisa seguida de la primera aclamación de la noche.

Desde los primeros temas de su repertorio, Soy como quero ser, Destino y Las leyes del corazón, la empatía con el público fue inmediata, se vislumbraron personas que ante la emoción del momento, no cesaron el impulso de levantarse a ovacionar, como Aurora Rico de 38 años y Roberto Rodríguez de 42, matrimonio que sigue a Ana Gabriel desde los inicios de su carrera. Otros seguidores se decantaron por su voz rasgada y peculiar: “Deja su alma en cada letra, y en cada canción nos da el corazón”- expresó Lorena Martínez de 24 años-, quien desde Colima arribó a Guadalajara en compañía de dos de sus amigas con el firme propósito de asistir al concierto de su cantante favorita.

“Alejandra, ¿quieres ser mi novia?”, fue uno de los mensajes que la artista se aprestó a leer para complacer a miembros del auditorio, a los que siguieron peticiones de matrimonio y felicitaciones de cumpleaños, complicidad que agradeció la intérprete.

“Hay quienes le van a otros equipos, pero yo soy Chiva”, compartió la cantautora para refrendar su cercanía con los tapatíos, y rodeada de una atmósfera de emociones a flor de piel y nostalgias diseñadas para su voz, el coro de siete mil voces cobró potencia con tema como Luna o Simplemente amigos, algunos de los más aclamados de la noche.

Antes de despedirse, Ana Gabriel se dio tiempo para complacer a las varias generaciones que siguen su trayectoria y para cambiar de ritmo, al son de la banda interpretó temas como Eres divino y Mi gusto es y despedirse de una noche memorable, en un escenario de gran formato que no mermó la calidez y la cercanía que sus seguidores ya conocen en un recinto popular como el palenque de las ferias de pueblo.