Ana Bárbara complace a sus seguidores tapatíos

GUADALAJARA, JALISCO.- La reina grupera Ana Bárbara ofreció un concierto cargado de emociones en el palenque de las Fiestas de Octubre, donde estuvo acompañada de sus hermanos, su esposo y su hijo, a quienes no paró de demostrarles su afecto.  

Ataviada con un elegante vestido negro, Ana Bárbara empezó la velada con el corte "Loca", al que le siguió la "Carcacha", "Me asusta", "Engañada" y "Entre ella y yo", canciones con las que mostró sensualidad, una de sus características.  

Para beneplácito de sus seguidores tapatíos, interpretó "Qué ironía", de su nuevo disco "Rompiendo cadenas", para seguir con "Si no te hubieras ido", que ejecutó arriba de una mesa metálica con mucho sentimiento, para seguir con "Cómo me haces falta".  

Posteriormente arribó el mariachi, con el que Ana Bárbara deleitó con "Como quien pierde una estrella", "Si nos dejan", "Me duele el corazón", "Desdén", "La vida no vale nada", "No volveré", "Paloma negra", "Querido amigo" y "Guadalajara".  
A la cantante nacida en San Luis Potosí le ganó el sentimiento por lo ranchero y el mariachi, y sin más, empezó a improvisar con temas que no traía en su repertorio, según dijo, por el simple gusto de estar en tierra tapatía.  

Posteriormente se escuchó "Lo busqué", para el que pidió la presencia de su hermana y de un joven que hace sus coros, y junto con su hermano que estaba en primera fila tras el escenario cantaron este corte que estremece a la potosina cada que la interpreta.  

Ana Bárbara se despidió con "Bandido", vestida con un conjunto rojo que resaltaba su exuberante presencia. Antes de retirarse agradeció al público tapatío que siempre ha estado con ella. 

A la potosina poco le importó no haber llenado el lugar, pues el sitio lucía a poco menos de la mitad, toda vez que entregó cuerpo y alma en el escenario con siete cambios de vestuario, más de 20 canciones interpretadas y coreografías sensuales con cuatro bailarines.