Alma tapatía, pasaporte chileno

GUADALAJARA, JALISCO.- Tiene una voz dulce y potente, diseñada para cantar con mariachi. Sus ojos son tapatíos y su belleza digna de los Altos de Jalisco. Su pasión por la música mexicana es difícil de comparar. Cualquiera pensaría que María José Quintanilla nació en Guadalajara, pero no es así. Es originaria de Santiago de Chile, aunque en su alma brilla el amor por la música vernácula mexicana.

Para los chilenos, al lado de Vicente y Alejandro Fernández, María José Quintanilla es una de las máximas exponentes del mariachi en Sudamérica. Ella confiesa que ese gusto le llegó desde la cuna. En un hogar musical, su familia escuchaba música mexicana, sin imaginarse que los genes de María José quedaba entonces impregnado el espíritu del mariachi.

Ella sonríe cuando se le pregunta qué piensa de Guadalajara, su segunda casa, esa que apenas pudo conocer hace un año. “Es hermoso, es un lugar tan bello que sentí una gran pena de no haber podido quedarme un poco más allí”. Pero el tiempo da revanchas y María José ha tenido la virtud de ser paciente.

Estrella en ascenso

María José Quintanilla Sandoval saltó a la fama gracias a un programa de talentos muy al estilo de los reality shows mexicanos donde la favoreció el voto del público. A partir de allí, su carrera se ha movido de manera vertiginosa. Ha sido conductora, actriz, maestra de ceremonias, pero sobre todo cantante. “He tenido tantas experiencias tan maravillosas con la música”, recuerda, y la más grande fue haberse presentado en el Festival de Viña del Mar, el certamen musical más importante de Chile.

“Quiero volver a pisar algún día ese escenario”, afirma la joven con un cierto dejo de nostalgia.
Cabe señalar que la intérprete chilena salió con la frente en alto de Viña, cuyo público es uno de los más duros para cualquier artista. Son varios los que han salido con un grave revés, pero ella logró “domar” al monstruo de la Quinta Vergara con una actuación aclamada y cantando mariachi, actuación con la que levantó los máximos galardones de la noche: La Antorcha de Oro y de Plata, además de las Gaviotas de Oro y Plata.

Por estos días conduce en Chile un show infantil, pero combina esta faceta con la promoción de su disco más reciente, llamado Hoja en blanco, donde nuevamente le rinde tributo a la música mexicana. “Es algo que me encanta, me siento prendada a ese sentimiento que despierta, tan alegre y nostálgico a la vez”, explica la artista, que responde con un rotundo “sí” a la pregunta sobre si volverá a tierras tapatías.

EL INFORMADOR / Francisco González