Alejandro Otaola bifurca su talento

GUADALAJARA, JALISCO (17/JUN/2011).- Todo está conectado en la vida de Alejandro Otaola, “aunque me toma cierto tiempo darme cuenta”, asegura el guitarrista. Y es que lo que comenzó como una exploración audiovisual en el disco Fractales se convirtió en un proyecto más ambicioso que lo llevó diversos países del mundo, lo acercó al cine y ahora lo tiene aquí, en Guadalajara, a donde llega para participar en la primera edición de la Feria Internacional de la Música (FIM).

“Me siento muy emocionado con la invitación”, afirma vía telefónica el músico, quien se integró en el pasado en bandas La Barranca, San Pascualito Rey y la más famosa: Santa Sabina. “No sé exactamente qué esperar porque será el primer encuentro, pero hay muchas cosas de la FIM que se me antojan en el programa como la conferencia de Alan Parsons”.

Si bien la cantidad de actividades le resultan de interés a Otaola, también señala que el programa cometió un “exceso al saturar ciertos horarios con showcases, por lo que como fan, tendré que elegir entre varios que ocurren al mismo tiempo. Ojalá que en futuras ediciones se alcance un mayor  balance”.

El guitarrista no vendrá a la FIM únicamente para escuchar música, sino que impartirá una clínica de guitarra con Arturo Tranquilino, miembro del grupo Yokozuna, en la que aprovecharán para impulsar el Campeonato Mexicano 2011 Boss Loop Station, organizado por  Casa Veerkamp.

Entre dos mundos
Alejandro Otaola vino a Guadalajara en 2008, cuando presentó el disco Fractales, una atrevida propuesta creativa donde la música y el escenario se fundían en un show cargado de elementos audiovisuales. “No me imaginaba a donde me iba a llevar”, recuerda el artista.

Fractales permitió a Otaola “rolar por diversos terrenos creativamente y luego geográficamente. El espectáculo que proponía el disco me permitió llevarlo a Atenas, Siria y Marruecos, e incluso llamó la atención en España y ganó premios en varios festivales”.

La atención que ganó el músico no vino sólo de fuera, “por esa época me invitaron a trabajar en la Cineteca en diversos proyectos y estando allí surgió la posibilidad de que  musicazara una versión restaurada para Latinoamérica de la película Metrópolis (1927), a partir de un carrete que se encontró perdido en Buenos Aires”.

La buena labor de Otaola tocando en vivo la banda sonora de Metrópolis le abrió la puerta de otro proyecto, musicalizar la película clásica El hombre de la cámara, lo que ejecutó con tal maestría que le permitió grabar un disco con este soundtrack. “Apoyado siempre por la Cineteca, porque se distribuye de forma gratuita. También este trabajo me llevó a Guadalajara y podría ir a Mexicali, San Luis Potosí y ya estoy confirmado para el Festival Internacional de Jazz de la Rivera Maya”.

Otaola reconoce que “viéndolo a distancia, todo comenzó con Fractales y a partir de allí todo está conectado. Fueron años, pero finalmente me di cuenta que una cosa me terminó llevando a otra y así, hasta donde estoy, de vuelta a Guadalajara”.

Un futuro brillante
Ocupado con su trabajo con San Pascualito Rey (banda con la que se presentó el jueves y le impidió estar presente en la apertura de la FIM), Alejandro Otaola trata de disfrutar el momento y no pensar en proyectos demasiado absorbentes, al menos no mientras siga trabajando con El hombre de la cámara “porque es un show que requiere una gran infraestructura, no es nada fácil de montar”.

Lo que sí adelanta con certeza es un disco que prepara con Iraida Noriega “porque tenemos tiempo presentándonos juntos y sería un honor poder dejarlo en un disco. Tiene una voz maravillosa y no es gratuito que sea considerada como una de las grandes del jazz en México”.

Clínica de guitarra, con Alejandro Otaola y Arturo Tranquilino / Salón Mercedes Sosa, 18:00 horas / Instalaciones de la FIM en Expo Guadalajara